En el marco de la XXVI Jornadas Cientificas de la Magistratura 2021 - Jornada IV realizada ayer, basada en su eje central sobre la “Resiliencia”, se consultó sobre la utilización de la tecnología y sus aplicaciones en el Poder Judicial a Mario Adaro, ministro de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza, y Pedro Saborido, escritor, humorista y productor.

Adaro, en referencia a la primer consulta sobre la Junta Federal de Cortes, que en el 2018 creó el Instituto de Innovación y Gestión Tecnológica, relató que “dentro de la junta federal, el organismo que reúne todas las Cortes del país, se planteó generar este instituto, había que repensar la organización del Estado y la tecnología venía a cumplir un rol”.

“El instituto se dio previo a la pandemia y con el proceso de la misma se aceleró la transformación digital”, señaló el ministro y aseguró que “la tecnología vino a aportar a los Poderes Judiciales dos de las tres exigencias que hay; la transparencia en la apertura de datos, rendición de cuentas, y el gran reclamo: la eficiencia y el tiempo”.

En tanto, advirtió que “hay que ver para que sirven las herramientas tecnológicas y también hay que poner el servicio de justicia al ciudadano”, y se preguntó: “¿Cuánto de lo que pasó nos hace aprender a poder evolucionar y mejorar lo que somos?”.  

También, reconoció que “la justicia tiene que construir su propia agenda, su propia definición y su propio camino en un contexto que está con los problemas de la justicia sobre diagnosticado”, y subrayó que “siempre vemos lo crítico, pero no nos animamos a aceptar muchos de los fracasos estructurales sobre los caminos que vienen, en eso la tecnología nos replanteo”.

“Se centra en la justicia y no se sabe cómo se resuelven los problemas de los ciudadanos, es lenta, se necesita crear confiabilidad y confianza en las decisiones

Mario Adaro - ministro de la Corte Suprema de Mendoza

Por su parte, Saborido señaló: “Lo que siento es que la tecnología cambia las costumbres, la forma de relación y las velocidades. Se puede decir de la justicia que es lenta, tarda. El tema es que pocas veces se ve la tecnología intervenido en temas como la educación o la justicia, entonces hay una gran diferencia de velocidades”.

“A veces lo nuevo aparece como la negación de lo anterior y no algo que tome el aprendizaje, con las ideas de la tecnología muchas veces se da que aparece como una nueva religión”, reflexionó el productor.

Además, opinó que “la tecnología es ese intento de dar superpoderes que ponemos en los super héroes, poder ver lejos, escuchar lejos, nos prolonga el cuerpo, entonces cuando apareció la pandemia nos vimos con la necesidad de prolongarnos”.

Para concluir, aseveró que “en la historia del entretenimiento, cuando nos paramos frente a algo nuevo, parece que va a anular a lo anterior, pero no pasa”.

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