Condenaron a tres años de prisión en suspenso y la inhabilitación para manejar por 10 años a Juan Manuel Sánchez Villar, que en julio de 2014 mató a Bautista Jara, de tres años, al investirlo con su automóvil cuando conducía en estado de ebriedad a 115 kilómetros por hora por la Avenida General Paz. La familia esperaba una condena de al menos cuatro años y diez meses, como había pedido la fiscalía.  

 

"La mamá de Bauti está convulsionando 1000 policías y ni una ambulancia para esta vergüenza de fallo", escribió en su cuenta de Twitter Matías Bagnato, impulsor de la ley de protección integral a las víctimas, que estuvo presente cuando la jueza Ana Dieta de Herrero dictó la condena.

 

Sanchez Villar, de 34 años, fue condenado por los delitos de “homicidio culposo agravado por haberse cometido por la conducción imprudente de un vehículo automotor” y “lesiones leves culposas”. 

 

Al tratarse de una pena en suspenso, el condenado deberá fijar residencia, someterse al control de un patronato de liberados por cuatro años y realizar 20 horas mensuales de trabajo en Cáritas durante ese tiempo, además de cursos de educación vial. Los fiscales Sandro Abraldes y Fernando Fiszer una condena de cuatro años y diez meses de prisión. 

 

Juan Manuel Sánchez Villar, culpable del homicidio de Bautista Jara

 

El domingo 27 de julio de 2014, a las ocho de la mañana Juan Manuel Sánchez Villar conducia alcoholizado y a 115 kilómetros por hora y embistió al auto de los Jara. El Fiat donde viajaba la familia comenzó a dar trompos y golpeó con un poste de luz y luego con el guardarrail. Como consecuencia del choque, Bautista, de tres años, salió despedido del auto y falleció dos horas después en el Hospital Eva Perón. En el expediente se confirmó que Sanchez Villar tenía 1.69 gramos de alcohol por mil/cc de sangre.

 

Según informó Bagnato, el acusado Villar, antes del juicio ofreció a la familia Jara 6 millones de pesos para terminar con el juicio "y quedar libre hoy". La familia de la víctima no aceptó. Además, según Bagnato, la defensa de Villar pidió que la lectura de la sentencia sea a puertas cerradas sin público. La jueza rechazó este pedido y aumentó la seguridad.