Dirigentes panaderos de la filiales de Junín, Lanús, Morón, Tres de Febrero, San Miguel y Mar del Plata denunciaron a su Secretario General de Panaderos y Afines, Abel Frutos y su clan familiar por malversación de fondos y falta de prestaciones de la obra social de los panaderos.
 
"Abel Frutos viene sufriendo continuas denuncias desde el interior del país que abarcan todo tipo de ilicitudes y continuos incumplimientos tanto desde la orbita sindical, de la obra social y hasta en lo personal", dijo el titular del Sindicato de Panaderos de Lanús y concejal de Cambiemos, Gabriel Ruíz. “Estamos preocupados por la falta de atención de nuestros trabajadores porque no tienen servicio de obra social, mientras la conducción de Frutos recauda todos los aportes”, expresó. 
 

Abel Frutos.

 
En tanto, la secretaria general de la Filial Junín, Rosana Farías señaló que “el sistema de salud no funciona, por eso los panaderos deciden muchas veces pasarse a otra obra social". Farías intimó en una carta documento para  que Abel Frutos regularice la deuda existente con la Clínica Centro de Junín, quien ha cortado las prestaciones médicas de OSPEP de los afiliados panaderos. La dirigente de Junín vinculó esa falta de prestación al hecho de que “no se hacen los convenios que corresponden con las clínicas y sanatorios de la región por una desidia permanente de la conducción”.
 
“Queremos saber donde están los aportes de los trabajadores. Abel Frutos y sus colaboradores  son responsables de este desfalco que lleva a que nuestros afiliados no tengan las prestaciones mínimas de salud de su obra social", precisó Farías.
 
En relación a las negociaciones salariales, la referente de Junín comentó que con la paritaria acordada, si bien los convenios establecen que el sueldo básico de la máxima categoría (maestro panadero) es de 17 mil pesos, “en muchos casos se ven que esos aumentos tardan hasta cinco meses en impactar en el bolsillo de los trabajadores porque se pactan hacerlos en cuotas”.
 
“A eso hay que sumarle que las jornadas laborales establecidas son de siete horas, pero sabemos que en muchas ciudades eso no se cumple, porque llegan a trabajar hasta doce o trece horas”, dijo.