A pocos días de terminar el año y que el Poder Judicial entre receso por feria, familiares y víctimas de los delitos de la megacausa de Campo de Mayo, que investiga lo ocurrido durante la última dictadura militar a 323 personas, solicitaron junto a la querella, en este caso el Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels), que se condene a los acusados y se revoquen las prisiones domiciliarias.

“Solicitamos la condena de los imputados Santiago Omar Riveros a 25 años de prisión, Eugenio Guañabens Perelló a 21 años, Carlos Eduardo José Somoza a 25 años, Hugo Miguel Castagno Monge a 25 años y Carlos Francisco Villanova 25 años" de cárcel", indicaron desde el Cels al medio Télam.

En esa sintonía, afirmaron que se solicitó “que se exhorte a Mercedes Benz Argentina a que permita erigir, dentro de sus instalaciones, un monumento recordatorio de los hechos sufridos por los trabajadores de la empresa durante la vigencia del terrorismo de Estado", ya que hay entre las víctimas siete trabajadores de la empresa.

Entre las víctimas de la causa se encuentran 14 mujeres embarazadas y 9 padres de niñas y niños apropiados.

El juicio es realizado por Tribunal Oral Federal 1 de San Martín, integrado por los jueces Silvina Mayorga, Daniel Omar Gutiérrez y Nada Flores Vega. Hay 22 imputados por los delitos de lesa humanidad, entre ellos el exgeneral Riveros, que se encuentra con prisión domiciliaria.

Por su parte, el abogado Pablo Llonto indicó al realizar su alegato: “Acusamos y pedimos la condena de todos los imputados, así como revocar las domiciliarias. Solicitamos la revocación para que no sintamos, al final del juicio, la vergüenza de llegar con el exgeneral Riveros disfrutando sonriente, y quizás con una bebida en la mano, en su lujoso piso de Belgrano, sintiendo que la justicia le importa un bledo".

Los acusados

Riveros está señalado por haber sido jefe del Comando de Institutos Militares, de la Zona IV y del centro clandestino de detención, tortura y exterminio a donde fueron llevadas las víctimas. Por su parte Guañabens Perelló era el director de la Escuela de los Servicios para Apoyo de Combate "General Lemos" del Ejército y jefe del área 470, lugar donde se realizó el secuestro de Fernando Del Contte.

Castagno Monge ejerció como oficial de Gendarmería y jefe responsable de las guardias que custodiaban a los secuestrados. En tanto, Somoza actuó como agente civil de inteligencia del Batallón de Inteligencia 601, y estuvo a cargo de los interrogatorios bajo tormentos, al igual que Villanova, un auxiliar de inteligencia de la Policía Federal en comisión en el Batallón de Inteligencia 601 y destinado a Campo de Mayo.