Generación Zoe se transformó en poco tiempo en una organización que atravesó varios planos, tanto el fútbol como la política, la religión y tal era de esperarse la monetización de cada uno de ellos. Creció, se investigó, y terminó por atravesar el último plano cuando la justicia puso su lupa en sus actividades, promesas y puso en el paño un debate necesario: Las estafas en formato digital.

Para este caso, las fiscalías que investigan los crímenes cometidos, tanto por Generación Zoe como por otras organizaciones, deben trabajar en conjunto. Los delitos económicos son realizados de forma virtual, y la colaboración debe ser constante.

Al respecto, Tiempo Judicial dialogó con el titular de la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (UFECI), Horacio Azzolín, que explicó que en los últimos dos años el crecimiento de las estafas digitales tuvo un preocupante aumento del 400 por ciento en el país. “Estas actividades delictivas ya no son de nicho”, destacó.

¿Esta modalidad de estafas y de crímenes en formato digital es nueva?

El formato de las estafas piramidales es algo histórico, que ahora se use el formato digital es bastante lógico, porque todo el mundo está en un momento digital. Hoy todos los esquemas Ponzi se basan en WhatsApp, entonces eso, si bien no lo convierte en un cibercrimen para nosotros, la única diferencia de un tiempo a esta parte y, fundamentalmente con la pandemia, estos esquemas se movieron a estructuras digitales que usan propaganda como YouTube o páginas web. Lo que tienen ahora es evidencia digital, que antes no había.

El fiscal encabeza la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (UFECI), Horacio Azzolín.

Una situación especial es que incluso el dinero es virtual…

Algunos de estos esquemas están asociados a las criptomonedas, entonces eso también hace convertirlos en o darles un carácter de cibercrimen, pero sacando esa parte digital, las estafas piramidales se analizan de la misma forma hace 50 años.

¿A la hora de investigar es más complicado o sólo distinto?

Conseguir pruebas tiene que ver con la sutileza de los atacantes, y depende el tiempo que pase y otras variables. En las investigaciones no digitales vos tenés un asesino que usó guantes y no tenés huellas, pero si el guante se rompe la tenés, y acá pasa más o menos lo mismo. El éxito de las investigaciones depende de muchos factores, de la sofisticación del atacante, el tiempo que pasó y demás. Lo que hace internet es darle a eso una capa de dificultad extra, porque en la red usualmente todo es anónimo y cómo está distribuido alrededor del mundo no siempre tenés la evidencia cerca.

¿Cómo desde la justicia y las investigaciones se puede estar adelante en todo esto?

Uno trata de sacarle ventaja a todo eso con formación. Saber qué buscar, cómo y dónde tiene más posibilidades de éxito que uno no sabe dónde está parado. Para eso existen las unidades especializadas, tanto de la fiscalía como de las policías, justamente para cuando vos tengas un fraude en un esquema Ponzi, por ejemplo usando Instagram, sepa rápidamente cómo hacer para que Instagram te dé la información que necesitas.

¿Este tipo de crímenes creció desde el comienzo en el 2021 de la pandemia?

Había una tendencia hacia lo digital hace bastante tiempo y lo que pasó con la pandemia es que la gente emigró a las plataformas. El Estado, el servicio público y todo necesariamente empezó a ofrecer más servicios digitales, porque no podía hacer lo mismo físicamente. Los bancos por ejemplo cerraron. Ahora nos olvidamos, pero desde marzo hasta julio del 2020 los bancos estaban cerrados, entonces vos no tenías otra forma de contactarte con tu banco que no sea digital, el Estado estaba cerrado, la Justicia estaba cerrada, los comercios estaban cerrados o no podías comprar ni zapatillas.

¿Y eso que causó?

Mucha gente se vuelca a lo digital sin estar preparada y los malos están dónde están los buenos, entonces necesariamente terminaba pasando que iba a haber más fraudes y el incremento se vio. Detectamos entre 2019 y 2020 un crecimiento del 400% de crímenes en general y de esos crímenes el que más creció fueron los fraudes.

¿Ahí comenzaron a investigar esto de forma puntual?

Nos hemos metido más directo porque tiene muchas regulaciones del sistema financiero, pero de forma virtual se hizo más masivo. Antes en una cuestión más de nicho y ahora no. Eso generó incluso una alerta del Banco Central previniendo a la gente de qué es una timba y que muchas veces puede salir mal.