Marcela "Machi" Ruiz posee una larga trayectoria en el asociacionismo judicial, actualmente es la presidenta de la Asociación de la Magistratura y la Función Judicial de Tucumán (AMT), fue vicepresidenta primera de la FAM en la gestión saliente, es vocal y presidenta de la Cámara Civil y Comercial Común de Tucumán. Y hoy es la segunda presidenta de la historia de la Federación Argentina de la Magistratura, una entidad que nuclea a jueces y juezas de todo el país y que tiene más de 16 mil asociados y que resuelven el 85 % de las causas en trámite, según una estadística propia de la entidad.

Recibió a Tiempo Judicial en la sede de FAM en Capital Federal en un salón rodeado de las banderas de todas las provincias y cuadritos con los retratos de cada uno de los presidentes de la entidad desde su origen en 1962. Ella es la segunda presidente electa ya que desde 1988 que no había una mujer en el cargo, y se enorgullece al repasar la historia de su "compromiso asociacionista desde que iba al colegio y fue presidenta del Consejo de alumnas en pueblo natal en el interior de Tucumán".

Así empezó su recorrido asociativo pero que no sólo el estudiantil, ya que en 2005 ingresa como jueza de primera instancia en el departamento de Concepción en el interior de la provincia de Tucumán. Y luego concursó para la Cámara Civil de la capital tucumana lo que consideró un logro muy importante haber llegado a la capital provincial. Ya desde 2012 fue designada camarista civil y comercial, luego de un lapso donde ejerció durante 10 años la profesión. Como titular de la asociación de magistrados tucumanos siguió ligado al asociativismo lo que la vinculó estrechamente con otros jueces y juezas provinciales nucleados en la Federación Argentina de la Magistratura para convertirse en diciembre de 2021 en presidenta.

¿Cómo la ligó a la FAM ese compromiso asociacionaista con los continuos reclamos del Ejecutivo a los jueces?

Desde que llegué a Concepción siempre me interesé por los derechos de los estudiantes, luego por los derechos de los jueces al elegirme vicepresidenta de la Asociación de Magistrados de Tucumán, cuando he pasado a la capital tras el concurso también fui representante de los magistrados tucumanos en el Consejo de la Magistratura provincial, y luego me han elegido, voy en el tercer período, como presidenta de la Asociación de Magistrados de Tucumán, y en la FAM me nucleo con jueces y juezas de todo el país que están nucleados en los colegios de magistrados de todo el país en una junta que elige la mesa ejecutiva.

Obejtivos FAM

Los objetivos y los problemas que se van generando son muy claros porque desde que llegamos tenemos a la independencia del Poder Judicial como nuestro eje y nuestro norte.

¿Qué puntos en común hay en los reclamos de cada colegio de magistrados mas allá de las realidades provinciales?

La independencia no es algo privativo de poder político, sino que hay todo tipo de afectaciones internas y externas. Van cambiando en las provincias y con el paso del tiempo. Desde la política se modifican leyes e intentan afectar la independencia de nuestro poder y esto genera que los colegios luchen por modificar la situación llegando hasta presentaciones judiciales.

¿x ejemplo con la reforma jubilatoria aprobada en el inicio de la gestión de Alberto Fern{andez sumado a los problemas que tuvo el poder judicial con la llegada de la pandemia?

La FAM trabajó mucho para que la reforma jubilatoria no salga como salió y hemos logrado algunas modificaciones gestionadas con Marcela Losardo como la edad de las mujeres para jubilarse que nos ponía en condiciones de desigualdad elevando la edad de 60 a 65 años. El planteo lo hicimos antes de sancionada la ley exponiendo en las comisiones en le Congreso y a partir de ahí la FAM.

La ley se promulgó durante el ASPO y eso ha generado una serie de reclamos judicializados ya en un total de 11 provincias con el régimen nacional de jubilaciones que siguen su trámite. Hay muchos inconvenientes para la integración del tribunal que va a intervenir en estas causas.

Ha habido también intentos para modificar los jury de enjuiciamiento que ha motiva la intervención de la Federación Argentina de la Magistratura que también fueron judicializados por asociaciones provinciales.

¿Qué dos o tres rispideces son comunes en las provincias con la independencia judicial y no sólo con el poder político sino con los poderes económicos?

La regla viene por el lado de los jury de enjuiciamiento como ahora vemos en Entre Ríos. Hay muchos casos donde el PEN se inicia juicios políticos por diferentes situaciones que no siempre tiene que ver con las causas previstas en el jury sino con el contenido de las sentencias por el simple hecho de no estar conformes.

Con respecto a la comunicación de los jueces de sus sentencias. ¿Qué piensa sobre la famosa frase de los jueces deben hablar por sus sentencias?

Desde que vamos a la facultad nos quedó grabada esa frase que ya tiene una connotación machista. Yo la reformularía diciendo: “los jueces y las juezas”. La primera es la cuestión de género y creo que definitivamente no hablamos por las sentencias y no es lo que la sociedad nos pide ni lo que nosotros como Poder Judicial tenemos que dar.

Recorro todo el país desde que asumí como presidenta de FAM y los jueces y juezas me cuentan sus problemáticas y principalmente en la comunicación. No sabemos comunicar y está monopolizada porque hay medios que toman un caso y ese caso es el que se replica. No se replica lo bueno que hacemos los magistrados sino lo negativo. Son muy pocas las informaciones positivas que realiza la Justicia. ¿por qué? Es porque no las estamos mostrando adecuadamente y no es que no es redituable ni atractivo para los medios.

Por ejemplo, la tremenda adaptación digital que hizo el Poder Judicial para seguir trabajando a diario en la pandemia. Y por otro lado, tampoco sabemos comunicar, hablar, porque no tenemos la suficiente preparación aunque recién ahora hay algunos mediatraining en ese sentido. Hay una cosa que es determinante, la sociedad necesita explicaciones, necesita que hablemos y necesita escucharnos.

En esta etapa postpandemia ¿Qué análisis hace de cómo se aggioronó la justicia en general en la pandemia?

La FAM nuclea a los poder judiciales de las 23 provincias y la CABA. Los poderes judiciales se adaptaron en tiempo record a la pandemia digitalizando todo los trámites de un expediente, se trabajó en forma remota y desde FAM realizamos una amplia oferta de capacitaciones para todos los magistrados y magistradas de todas las adaptaciones que realizaron los poderes judiciales provinciales en la pandemia, realizamos asambleas vía zoom, realizar capacitaciones on line, las notificaciones vía whatsapp o mail, audiencias orales vía remota, abriendo las puertas a la sociedad para que participe de los temas que quería escuchar en lenguaje claro, así como fuimos avanzando

¿Fue difícil adaptarse a los cambios que impuso la pandemia?

Tenía miedo en la adaptación de los operadores judiciales a la digitalización y hemos digitalizado todo con capacitaciones recibidas por zoom. El feedback que recibimos es que los abogados están contentos y otro aspecto positivo es la oralidad. Las audiencias virtuales constituyen un avance tremendo para el Poder Judicial y ha implicado que la justicia no se paralice. Y que acorte los tiempos procesales. El zoom llegó para quedarse en un sistema de audiencias mixto donde hay algunas audiencias presenciales y otras virtuales de acuerdo al análisis que hace cada magistrada o magistrados con relación al tema. La oralidad tiene transparencia y mucho más si se transmite por YouTube.

¿Qué me cuenta de la impronta de género que le dio a su presidencia en la FAM?

Durante esta gestión creamos la dirección de políticas de género, diversidad e igualdad en la cual el en mes de la mujer hemos comenzado con capacitaciones, el concurso fotográfico, y el encuentro el 7 de marzo con las comisiones de género y las representantes de todo el país donde elaborar un documento fuerte potente e importantes que receptaba el consenso de las asistentes a la reunión.

El documento marca el abordaje de la problemática con perspectiva de género en los distintos fueros. Primero con el fuero Penal, luego Familia, el fuero Laboral y después Civil y Comercial así como el Contencioso Administrativo. Así como la charla sobre perspectiva de género con Diana Maffía.

También sacamos una revista “Diálogo con la Ciudadanía” con entrevistas a mujeres presidentas de superiores tribunales de justicia de todo el país que hoy en día son ocho en total. Todas participaron desde Jufejus, AMJA, la Red de Mujeres así como a la primera presidenta de FAM en 1988, su antecesora Irene Rodríguez.

Luego hicimos una estadística sobre el techo de cristal en la Justicia y cada una explicó su experiencia personal sobre su cargo, así como nuestra representación hoy en la mesa ejecutiva de FAM donde un 50 % son mujeres, y un 50 % son hombres, sumada a la vicepresidenta primera y recién asumimos en diciembre del año pasado.

Conflicto corte y consejo

Creo que hay algo que está fallando y es el dialogo institucional porque la justicia es un problema de los tres poderes del Estado. En definitiva, el cruce de críticas no le interesa a la ciudadanía y me da la impresión que se pierden las oportunidades de construcción con las peleas mediáticas. Sobre el Consejo, creo que en las provincias hay muchos modelos diferentes y hay debates sobre su constitución pero el eje tiene que ser el diálogo y el respeto.

¿Cómo ven los jueces provinciales que se critica a la justicia federal

Se critica a la justicia, pero no se hace una diferencia. Las justicias provinciales son las que resuelven los problemas cotidianos de la gente donde tenes divorcios, sucesiones, contratos, alimentos y demás. Pero resulta que los casos mediáticos son de la justicia federal.

La justicia provincial resuelve el 85 % de las causas que hay en la Argentina y sólo trascienden públicamente el 10 % que son de la justicia federal. Es una estadística propia que estamos revalidando los datos con la cantidad de jueces y expedientes en trámite. Tenemos 16.800 asociados y asociadas. El dato duro lo estamos elaborando porque es un dato importante para la actualidad así como tener la medición de la realidad judicial del país.

¿Qué la relaja de la vida judicial?

(NdR: se ríe y acota: "si supieran te moris") Lo que hago lo hago con mucho placer y hago todo lo que tengo que hacer para mantenerme equilibrada: soy camarista comercial y si tengo que hacer gimnasia o ir al psicólogo lo hago. Soy creyente y si tengo que ir a misa lo hago, porque tengo una gran responsabilidad es tener equilibrio para resolver cuestiones que no son mías y que puedo modificar la vida de la gente. Por eso lo tomo con mucha responsabilidad para el dictado de las sentencias.

En lo que respecta con mi vida asociacionista me apasiona y es lo que he hecho durante toda mi vida. Trabajo todo el tiempo para la FAM junto a nuestros equipos que nos acompañan porque las gestiones no son individuales sino que se sostienen con el trabajo federal y comprometido de la FAM. A nivel personal disfruto mucho de los amigos y de la familia y trato de hacer cosas que me saquen de los problemas cotidianos y busco refugio en los afectos que en definitiva son mi sostén.

Mi tarea docente ocupa un rol muy importante en mi vida como docente de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Tucumán desde hace 28 años, mucho tiempo que para mi perdió con la virtualidad y estamos tratando de recupera la educación presencial.