El gremio provincial Sitrajur sumado a las críticas de un legislador provincial sumaron al reclamo por la instalación de algunas medidas de seguridad en una de las sedes del Poder Judicial de Río Negro. La decisión del Superior Tribunal de Justicia de instalar cámaras y micrófonos en la sede que tiene en la ciudad de Viedma fue denunciada como una “persecución” a los trabajadores y trabajadoras.
El legislador provincial y dirigente del gremio Pablo Barreno repudió el hecho y sostuvo que "genera un material sensible de alto riesgo para la seguridad de las personas". “El STJ no cesa en su obrar totalmente persecutorio y violatorio de los derechos de las trabajadoras y trabajadores del Poder Judicial, implementando sistemáticamente y de manera inconsulta cambios en las condiciones de trabajo de los mismos”. La instalación de las cámaras se realiza en el edificio del Poder Judicial de Laprida 292 de la capital provincial.
Desde el TSJ aseguraron que los mismos trabajadores y magistrados vienen requiriendo medidas de seguridad por los incidentes ocurridos en el último tiempo con el cúlmine que llegó hasta el incendio del edificio en 2015. En este sentido, en los tribunales de Roca pusieron detectores de metales y chequeos se realizan todos los días, en horarios rotativos, en las puertas de entrada del edificio. Las cámaras de seguridad sólo se instalaron en el hall del edificio y no en los despachos o en el interior de los juzgados.
El gremio considera que la colocación “constituye una afectación a la privacidad e intimidad de las personas (regulado en la Ley 25.326), una modificación unilateral de las condiciones de trabajo (Artículo 14 bis de la Constitución Nacional), una lesión al derecho de libertad de expresión y reunión (Artículo 14 de la Constitución Nacional), y una clara violación al principio de libertad sindical (artículo 14 bis de la Constitución Nacional)”.
“Se han instalado cámaras y micrófonos en todo el edificio, con lo cual no sólo se ejerce el control de los movimientos y conversaciones del personal y del público en los pasillos, lugar donde lógicamente no se ventilan cuestiones sólo laborales sino también de orden personal. A la vez, es el lugar donde las y los representantes del Sitrajur tienen conversaciones entre sí y con los afiliados, siendo de una gravedad inusitada que las mismas puedan ser pasibles de control por parte de las autoridades”, afirmó.
La tensa relación del Sitraju con el TSJ genera los fuertes reclamos gremiales más allá que los mismos empleados ante los sucesivos incidentes en la sede central del TSJ rionegrino reclamaron mayores medidas de seguridad a las autoridades del edificio. Y se vienen cumpliendo.
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