En el marco de la investigación contra el exintendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, por enriquecimiento ilícito, la Unidad de Información Financiera (UIF) se había presentado como querellante de la causa y el juez Ernesto Kreplak lo aceptó.
Según revelaron fuentes a La Nación, la decisión del organismo antilavado no cayó bien dentro del Gobierno y el asesor presidencial, Santiago Caputo, pidió la renuncia del vicepresidente de la UIF, Manuel Tessio. El funcionario presentó la renuncia pero todavía no habría sido aceptada.
Si bien desde el entorno de Caputo niegan que se realizó el pedido de dimisión y que lo hizo por "cuestiones personales" relacionadas con razones económicas por los "bajos sueldos" en el sector privado, se advierte que, según el reglamento interno de la UIF, si se deja el cargo no se puede asesorar por dos años a quienes son los sujetos obligados a reportar maniobras sospechosas.
Tessio es abogado dedicado a compliance, transparencia y prevención del lavado de dinero por lo que al renunciar no podría ejercer sus especialidades en el ámbito privado.
Hace un tiempo, el Gobierno de Javier Milei había comunicado que ni la Oficina Anticorrupción ni la UIF, iban a seguir presentándose como querellantes en causas penales, por lo que la decisión de solicitar el ingreso a la causa contra Insaurralde habría desencadenado la decisión.
Por su parte, Alejandro Melik, titular de la OA, había dicho que se seguirían presentándose -tanto el organismo que conduce como la UIF- en determinados casos según el monto del dinero involucrado en perjuicio del Estado o por el impacto institucional.
Según advirtió el medio, "el pedido de explicaciones de Caputo y el pedido de renuncia generó desconcierto en un organismo que tiene facultades para querellar y que tiene autonomía, más allá de su dependencia funcional".
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