El Tribunal Penal 1 de Eldorado, Misiones condenó hoy a 20 años de prisión a María Ovando por "haber permitido o no haber impedido el abuso sexual" de una de sus hijas y una de sus nietas. Críticas de sus abogados del Equipo Misionero de Derechos Humanos, Justicia y Género, y del movimiento feminista y las organizaciones de derechos humanos de Misionesque considerar un fallo "injusto sin perspectiva de género y con graves irregularidades en la investigación de la justicia patriarcal".

A las 10 de la mañana en El Dorado, se dio lectura al fallo del tribunal integrado por los jueces por Lyda Gallardo, María Teresa Ramos y Eduardo Jourdan quienes a tono con el pedido del fiscal Federico Rodríguez condenaron a Ovando, a Iván Laurindo y a Lucas Ferreyra como responsables de los abusos sexuales a dos niñas de su entorno familiar y corrupción de menores.

El tribunal dictó una pena más alta para María Ovando que para los dos jóvenes acusados de abuso sexual con acceso carnal. Dictaron una pena de 20 años de prisión para Ovando, y en la misma sentencia fueron condenados culpables del delito de abuso sexual: Marcos Iván Laurindo, a 18 años y Lucas Ferreyra, a 12 años de prisión los delitos de abusos sexuales a dos niñas de su entorno familiar y corrupción de menores.

Eduardo Paredes, abogado del equipo defensor de María Ovando, criticó el manejo de las pruebas de la causa y el sesgo en considerar que todo "ocurrió dentro del ámbito de responsabilidad de María".

El fiscal Federico Rodríguez había solicitado la pena de 22 años de prisión para María Ovando, 18 años para Marcos Iván Laurindo y 15 años para Lucas Ferreyra, bajo los cargos de “abuso sexual con acceso carnal gravemente ultrajante y corrupción de menores”.

Los abogados del Equipo Misionero de Derechos Humanos, Justicia y Género que representan a Ovando no descartaron llevar el caso a organismos, nacionales e internacionales de derechos humanos.

"María vivía en la extrema pobreza, a los 37 años había parido 12 hijos. Fue madre a los 14 años, parió su primeros hijos e hijas en medio de golpes y en algunos casos en la más extrema soledad. El estado solo apareció en su vida para juzgarla", aseguraron a Página12 desde el Equipo Misionero de Derechos Humanos.

En 2012, Ovando fue juzgada y absuelta por el mismo tribunal misionero por "abandono de persona agravado por el vínculo" tras la muerte de su hija de 3 años consecuencia de un cuadro de desnutrición, la que falleció en sus brazos mientras intentaba llegar a un hospital de la zona.

En esta nueva causa, la justicia misionera acusó a Ovando de "haber permitido o no haber impedido el abuso sexual hacia una de sus hijas cuando las mismas ya no vivían con ellas por disposición de la jueza Margarita Potschka, quien en una audiencia realizada el 10 de marzo de 2015, con graves irregularidades, decidió retirarle la guarda de sus hijas menores y entregárselas a los supuestos abuelos paternos", explicaron sus abogados.

Asimismo, anunciaron la apelación de la sentencia, por considerar que es un “fallo injusto” y no descartaron recurrir a organismos internacionales de derechos humanos ante "la falta de perspectiva de género" con la que se llevó adelante el juicio.

“Hace ocho años que a María no la dejan en paz. Seguiremos las vías recursivas, sabemos que el hostigamiento judicial que recibe María no termina acá", adelantó la defensora Roxana Rivas, abogada de Ovando.