A una semana de las elecciones de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación, la lista opositora Azul Bermellón, en diálogo con Tiempo Judicial, señaló de forma directa que uno de los principales motivos para presentarse es la permanencia de Piumato en la conducción, actual Secretario General.
Según señaló la candidata al mismo puesto, Marcela Botticini, se sumó la imposibilidad del diálogo y el desgaste de la estructura sindical que llevó a comprometer, por ejemplo, la obra social. Botticini, cabe destacar, es la primera candidata en la historia que se presentará al cargo de Secretaria General en la Unión.
Sos la primera candidata en la historia de la Unión a Secretaria General ¿Qué importancia le das?
Solo vivo todo con mucha responsabilidad. Honestamente no lo había pensado, pero las circunstancias me fueron llevando y fueron muchos años de ser delegada en mis Fueros y lentamente uno teje redes y arma un frente electoral. Ya habíamos competido en el 2018, y en esa oportunidad no iba como secretaria general pero bueno, esta vez el consenso de los compañeros quiso que fuera yo y es una gran responsabilidad sobre todo ante los ellos y ante la gente que está depositando confianza en uno.
¿Cómo fue la conformación de la lista?
En este caso yo soy la secretaria adjunta de la Comisión Interna del Fuero Penal. Nosotros desde hace años lideramos la comisión interna. El frente actual está integrado por compañeros de la comisión interna del Fuero Civil, que también es opositora, por el Foro Comercial y compañeros de Corte y de otros fueros que desde hace años se oponen a las prácticas y formas de dirigir de Piumato en el sindicato. Toda persona que está hace más de 30 años en un sindicato comienza a tener las viejas prácticas y vicios de toda persona que estaba acostumbrada toda la vida a manejar el sindicato como si fuera de su propiedad.
¿Cuáles son las principales propuestas que tienen?
Queremos que haya democracia interna dentro del sindicato, y Piumato no convoca plenario de delegados para que se discuta nada, ni entre ellos mismos, y mucho menos con los delegados de la oposición. Desde hace años no se hacen plenarios, es lo que él piensa por la noche y cuando se levantó a la mañana y baja línea. En el gremio no se discute nada desde hace muchos años, con lo cual la gente que no pensaba igual se fue yendo y quedamos nosotros que resistimos y tenemos malestar.
¿Ese malestar existe desde hace mucho?
Desde que su mandato empezó a dedicarse a una ambición personal de candidaturas políticas que todos sabemos como le fue. En definitiva, a partir de que Piumato empezó a girar, incluso con distintos Gobiernos, según su conveniencia política en pos de cumplir su sueño de ser Diputado. Ahí es donde creo que definitivamente perdió el rumbo, y hay una suerte de pacto de interés mutuo y de sumisión con la Corte qué le ha valido algunas ventajas y también hay una suerte de silencio ante las cosas que deberían criticarse, y es lo que está cansada la gente.
¿Por ejemplo?
Nuestra obra social, que no la maneja el sindicato, sino que es una dependencia de la obra social desde hace años y no por la pandemia. Desde hace muchos años atrás empezó a sufrir un deterioro y la pérdida de prestaciones muy graves de una obra social que era excelente. Y todo ante el silencio total del gremio. Nosotros desde hace cuatro años con compañeros que dedican su tiempo en su casa, sin estar rentados, abrimos una consultoría de la obra social y en estos cuatro años hemos recibido 700 o más consultas de afiliados de todo el país y los hemos ayudado. En algunos casos amparos ante la justicia y en realidad eso lo tendría que haber hecho el sindicato, no nosotros.
¿Cómo ves la actualidad de los empleados judiciales?
Para nosotros es todo un proceso de descomposición el que ha sufrido el gremio, tanto interno como hacia fuera, y nuestra propuesta siempre fue la misma: ser independientes de la Corte y de los intereses de los Gobiernos. Por qué acá, cada Gobierno vino con su reforma y quiso meter mano y nosotros siempre salimos a criticar y en todos salimos a la calle.
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