Con más de 20 años dentro del Poder Judicial de la provincia de Buenos Aires, siempre desempeñándose en el fuero Penal y pasando por casi todos los cargos desde Auxiliar Adminsitrativo, Letrado, Fiscal de Ejecución Penal, Fiscal de Juicio, Fiscal General Adjunto y Fiscal de Instrucción, el Dr. Marcelo Romero tuvo un rol clave en la investigación del brutal asalto a Carolina Píparo como Fiscal de Instrucción de la Unidad Funcional nº6 de la ciudad de La Plata. Acá la entrevista brindada a Tiempo Judicial Radio, que se emite los martes de 20 a 21 por FM Tribunales 90.5

¿Por qué fue una de las causas más importantes de su carrera?

Fue una causa muy larga en la que tuvimos que investigar como fiscal de Instrucción. Convivir 2 meses y estar muy cerquita de Carolina y revivir su sufrimiento día a día fue algo que conmueve a cualquiera más allá que nosotros estamos acostumbrados a vivir este tipo de hechos. Aunque en este en particular tuvo un nivel de salvajismo impresionante y nunca vi algo semejante en toda mi carrera. Afortunadamente nos dieron la razón aunque con algunos diferencias porque se inclinaron por la autoría funcional. Destacamos la figura del homicidio en la persona de Isidro y así cambió una jurisprudencia pacífica en la Argentina, y se aceptó que fue una persona independiente de Carolina, que tuvo vida propia. Fue “este otro” que habla el Código Penal y por eso fue homicidio.

¿La condena a cadena perpetua es realmente perpetua?

No, no es perpetua en forma literal. En la Argentina no hay ninguna pena perpetua salvo cuando se acumula la accesoria de reclusión por tiempo indeterminado. El sistema penal argentino no es eliminatorio, no hay pena de muerte ni lo habrá jamás.
La pena perpetua son 25 a 50 años como son los delitos contra el orden constitucional. Puede haber algún acortamiento de la pena a los condenados por el permiso con la libertad asistida, permisos especiales para trabajar o estudiar o la libertad condicional. No hay una pena a perpetuidad en forma literal como en el sistema anglosajón.

¿Cuál fue la clave de su investigación para que sean condenados 5 de los 7 imputados?

La clave de la investigación fue sin ninguna duda el Sistema Bike que pudo determinar las posiciones exactas de los imputados en el mismo derrotero que hizo Carolina y su mamá desde el Banco Santander Río hasta su casa. Se pudo seguir casi como un GPS las distintas posiciones de todos los integrantes de la banda.

También el reconocimiento directo que hace Carolina de Carlos Moreno, condenado, porque al juicio había llegado Carlos Burgos, luego absuelto, como el sospechoso autor material. Fue en ese cara a cara, en esa mediación de todas las partes y los jueces en el juicio oral, donde se pudo determinar que había sido Moreno y no Burgos. Y con respecto a la muerte de Isidro, fueron determinantes las declaraciones unánimes de todos los médicos. No hubo una sola grieta respecto de la condición de persona independiente de Isidro Buzzali.


¿Por qué usted se diferencia de Carolina cuando habla de fallo histórico?

Respeto la postura y nadie mejor que ella para saber lo que está sintiendo. Dije que fue un fallo histórico y bisagra desde el punto de vista judicial porque ha sentado una nueva jurisprudencia. Tambien en mi carrera en el Poder judicial nunca había visto semejante nivel de salvajismo. Hemos visto homicidio de embarazadas pero en este caso para robarle una cartera a una chica que había tenido nula resistencia, había entregado la plata, sin embargo la castigaron duramente en la cabeza con la culata del arma, la hicieron arrodilarse, la sacaron de los pelos del auto y aún así le dispararon a 40 centímetros.

¿A lo largo del juicio, vio que los imputados mostraran algún tipo de arrepentimiento?

Nunca absolutamente y es algo que me llamó la atención. El único que estaba sobreexaltado era Burgos porque gritaba a los cuatro vientos su inocencia. El resto de los imputados estaban impertérritos frente a nosotros y fente a Carolina. No mostraron el más mínimo gesto de arrepentimiento ni agacharon la cabeza.

Más allá de los antecedentes de Burgos ¿Cree que es correcta su absolución?

Lo había acusado por otra salidera porque en el juicio se juzgaron 3 salideras bancarias. En las otras dos, las víctimas reconocieron abiertamente a Burgos pero el tribunal interpretó que había duda y que esa debe jugar a su favor. Tengo mis reparos con los jueces del Tribunal por eso he consentido la resolución. En cuanto al otro absuelto, Claramonte, reconozco que la prueba era escasa. Era suficiente para elevar a juicio y para formular una acusación, pero entiendo que a los jueces no les haya alcanzado para condenar por una participación secundaria.

¿Por que cree que los jueces no consideraron que hubo asociación ilícita?

Estábamos convencidos que los jueces iban a hacer lugar a la calificación de asociación ilícita. Estabamos convencidos que sí, pero optaron por la teoría de la autoria funcional, que es la que había postulado el Dr. Fernando Burlando. Así los jueces distribuyen roles y funciones, y colocaron a todos los imputados en la misma situación de culpabilidad. Estamos más que conformes por a la valentía de los jueces.


¿Hay mano dura o garantismo en la justicia?

Quiero hacer la diferencia porque se habla muy mal del garantismo y nosotros juramos defender las garantías constitucionales. Lo que yo creo es que hay una epidemia abolicionista, esa ideología espuria que ha enfermado la mente de muchísimos juristas como los seguidores del Dr. Eugenio Zaffaroni o los lectores tardíos de Michel Foucault (filósofo francés).

Muchos colegas, juristas y profesores en cátedras de Derecho Penal y en los Consejos de la Magistratura, el abolicionismo es la Biblia del Derecho Penal e infecta el sistema judicial. Creo que se avergüenzan de autodefinirse abolicionistas entonces se arropan con el traje de garantistas. Y garantistas somos todos aquellos que defendemos de la Constitución Nacional.

Creo que para el peor delincuente y para el peor crimen tiene que existir la mejor defensa para que ese proceso y ese tribunal sea justamente de justicia y no de venganza. Por eso no tolero la devoción por el abolicionismo, y hablo de la valentía de los jueces. Porque no tolero que haya una devoción por el abolicionismo y que no se atrevan a decirlo. Seguramente los integrantes del tribunal (Dra. Silvia Hoerr, Dra. Liliana Torrisi y el Dr. Claudio Bernard) van a ser criticados por los abolicionistas, que hoy, están de moda.