El maquinista Marcos Córdoba declaró hoy frente al Tribunal Oral Federal 2 en la cuarta audiencia del debate. Contó todos los procedimientos técnicos que realizó y debe realizar cuando una formación de tren llega a una estación terminal. Mirando a los familiares de las víctimas les aseguró: “Yo frené, hice todo lo posible para frenar el tren. Hice todo lo que me enseñaron para frenar. Quiero que, por favor, me crean”. Por su parte, el abogado querellante de gran parte de los familiares y amigos de las víctimas de la tragedia, Dr. Gregorio Dalbón, señaló que la declaración de Córdoba no fue más que una “autoincriminación”.

De campera gris con capucha y unos jeans gastados, Córdoba fue el primero de los imputados en sentarse frente al tribunal para prestar declaración indagatoria. Comenzó a hablar a las 11.15, minutos después de que el tribunal rechazara los planteos de nulidades impulsados la semana pasada por los defensores. Luego de aclarar que no respondería preguntas, Córdoba comenzó a relatar lo que hizo al mando del tren desde la estación Castelar, donde arrancó su jornada laboral luego de su franco. Y al respecto, casi al finalizar su testimonio, aclaró: “No estaba ni borracho ni drogado, no había ido a ningún corso el día anterior, estaba bien descansado”.

Córdoba relató cómo fue su trayecto conduciendo el tren hasta Once, describiendo una y otra vez los mismos procedimientos que realizó cada vez: acelerar, frenar, esperar a que el guarda abra y cierre las puertas en cada estación, y tocar bocina ante cada paso de nivel. El maquinista indicó que al llegar a la estación Floresta se dio cuenta que “una de las puertas quedó tapada por la reja de la estación”, por lo cual decidió retroceder para que esa salida quedara despejada y así “el pasaje pudiera entrar y salir cómodamente”. Ante el juez federal a cargo de la instrucción de la causa, Dr. Claudio Bonadío, Córdoba había reconocido que se pasó del andén porque frenó después de donde debía.

En el trayecto Caballito-Once, Córdoba explicó que una señal que le indicaba “precaución”, que por este motivo disminuyó la velocidad, tal como se ve en los videos. Contó entonces que tocó bocina porque había “compañeros” trabajando en la vía, y que luego aceleró nuevamente al ver una señal que indicaba que el tramo estaba “libre”. Finalmente, dijo que al entrar a la estación vio la señal que le indicaba dirigirse al andén número 2 de la estación Once.

Al llegar al momento cumbre del relato donde se produjo el choque con el andén, el maquinista dijo que dejó el freno “en neutro”, porque iba a hacerlo “manualmente”. Y rápidamente agregó: “Quiero aclarar que yo frené el tren, iba a frenar el tren, no estaba borracho, no estaba drogado, no había estado en ningún corso, descansé bien”. Así, eludió referirse al sistema de freno de emergencia conocido como “hombre muerto” que él mismo había “desactivado” por “uso y costumbre” y “para descansar la mano”, tal como sí lo reconoció ante el juez Bonadio.

“Aplico freno, pero no siento el sonido de la válvula, me desespero. Activo la señal de emergencia, me agarro del freno, pero ya lo único que espero es el impacto. Me golpeo la cara, agarro la radio y llamo a control de emergencia”, declaró rápido y nervioso Córdoba. Su caótico relato continúa: “Había gente, veo a los bomberos. Un bombero se queda conmigo, le pido que me saque porque no sentía las piernas, y me llevaron a la clínica donde estuve internado con incomunicación. Hasta que me llevan a declarar. Recién ahí tomo dimensión del accidente, recién ahí me entero de la cantidad de muertos y de heridos”. Y rápidamente agregó: “Quiero expresar mi solidaridad con los familiares de los fallecidos. Les pido que, por favor, me crean. Yo hice todo lo que podía hacer, todo lo que me enseñaron para frenar”.

En tanto, en la misma jornada, el Tribunal Federal 2 les tomó declaración indagatoria a otros imputados. A Córdoba lo siguió Pedro Roque Raineri, jefe del Depósito de Castelar, quien se negó a declarar. Después fue el turno de Luis Alberto Ninoná (gerente de las líneas Sarmiento y Mitre), Roque Ángel Cirigliano (gerente de Material Rodante de Trenes de Buenos Aires) y Daniel Lodola (gerente de la línea Sarmiento). Todos ellos negaron haber hecho uso indebido del material rodante y la infraestructura de TBA, así como haber usado los fondos del Estado en beneficio personal.

"Es shockeante escucharlo a Córdoba, pero él fue el único que habló de las víctimas. Es fuerte emocionalmente escuchar que los demás sólo mencionaron su condición, pero nada dijeron de los fallecidos", afirmó María Luján Rey, la mamá de Lucas Menghini Rey. "Córdoba sabe que por acción u omisión cargó con 51 muertos y 800 heridos", sentenció. En la misma jornada que comenzaron las indagatorias, el TOF 2 rechazó los pedidos de nulidad de juicio solicitados por los imputados y decretó un cuarto intermedio hasta el próximo lunes, cuando se prevé que otros cinco procesados presten declaración indagatoria.