"Un luchador por los derechos humanos", así lo definieron quiénes lo conocieron en profundidad y ayer lo despidieron tras un cruel accidente automovilístico que le quitó la vida al ex fiscal de la Nación. En 1987 planteó la inconstitucionalidad de la ley de obediencia debida, y fue el primer fiscal en hacerlo, en años donde el miedo reinaba en plena dictadura militar.

 

“Con profunda consternación y tristeza compartimos la dolorosa noticia del fallecimiento de Hugo Cañón”, señaló un comunicado de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM). Y agregó que fue “Compañero de tantas luchas, su compromiso con la Justicia y la defensa de los derechos humanos siempre fue ejemplar. Hugo querido, te vamos a extrañar mucho. Hasta siempre". 

 

Los reconocimientos se sumaron a lo largo de toda la tarde de ayer. La titular de la Procuración, Alejandra Gils Carbó, expresó su profundo pesar y reconocimiento “a un luchador tenaz por la plena vigencia de los derechos humanos”. También lo hizo el coordinador de la Procuraduría por Crímenes contra la Humanidad, Jorge Auat, que compartió con Cañón la primera experiencia de Comisión de Fiscales: “Siento un dolor y una tristeza inconsolables. Se podría decir que honró la vida, que era una persona de una estatura moral y digna como pocas. Toda su vida la consagró a su lucha por los derechos humanos, por la justicia profunda, con valores que él mismo evidenciaba en forma permanente".

 

La Defensoría General de la Nación, en un comunicado enviado a Tiempo Judicial, lamentó con "profundo pesar el fallecimiento del Dr. Hugo Cañón, referente en la lucha por los derechos humanos, en especial de quienes se encuentran privados de su libertad. Acompañamos a sus familiares y amigos en este doloroso momento".

 

Cañón nació en Bahía Blanca en 1947. De cuna antiperonista, hijo de madre radical y de un padre conservador, almacenero e inmigrante español, ingresó a la Justicia en 1969 por concurso, como practicante. Para el golpe de Estado, estaba en la Asociación Judicial Bonaerense como empleado de un juzgado provincial. En 1977, se recibió de abogado en la Universidad de La Plata. Y en 1986 fue designado fiscal general federal de Bahía Blanca, cargo que desempeñó durante 23 años.

 

Ese año comenzó con la investigación de los crímenes de lesa humanidad de la jurisdicción del 5º Cuerpo del Ejército y de la Armada en la zona de Puerto Belgrano. En 1987 logró que la Cámara Federal de Bahía Blanca indague y dicte prisiones preventivas a los principales jefes del Cuerpo V de Ejército. Dos años más tarde sostuvo la inconstitucionalidad de los indultos de Carlos Menem, quien se lo facturó con un sumario y un pedido de cesantía.

 

En 1999, volvió a impulsar las investigaciones por crímenes de lesa humanidad en el marco de los Juicios por la Verdad. Colaboró y dio testimonio ante la Audiencia Nacional de España, a cargo entonces de Baltasar Garzón. Integró la Comisión de Fiscales llamada Comisión de Derechos Humanos del Ministerio Público Fiscal y actuó con fiscales italianos en el marco del Plan Cóndor. En el año 2000 recibió el premio Justicia Universal otorgado por la Asociación Argentina Pro-Derechos Humanos de Madrid.

 

Ya en el 2006 recibió de la Universidad Nacional de La Plata el “reconocimiento a la trayectoria y el compromiso con la defensa de los derechos humanos”, y en el 2007 la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires lo distinguió como Personalidad Destacada de los Derechos Humanos, por ser el único fiscal del país que 20 años antes había impugnado la ley de obediencia debida. En 2009 renunció a la Procuración para sumarse a la política en Nuevo Encuentro.

 

Los compañeros, Miguel Palazzini y José Nebbia, son los fiscales que suceden en Bahía Blanca la labor de Cañón. Todavía trabajan con el archivo que Cañón logró rescatar de Prefectura antes de que lo quemaran. Según el diario Página 12, ellos expresaron que “es un faro a seguir. Por ejemplo, los archivos todavía nos permiten encontrar documentación para acusar o seguir investigando al Ejército y a la Armada. El archivo de Prefectura es enorme, lo iban a quemar y él logró rescatarlo en una escena verdaderamente cinematográfica”.

 

Su última intervención pública fue la semana pasada, cuando, como conocedor del ambiente, habló de una trama de complicidades detrás de la fuga de los condenados por el triple crimen de General Rodríguez. Un cruel accidente vial le quitó la vida a un luchador por la Memoria, la Verdad y la Justicia. Que en paz descanse...