Tras oficializarse la renuncia del ex juez del TOC 1 de La Plata, Carlos Rozanski salió con los tapones de punta. Tal como se sospechaba, el ahora ex magistrado argumentó su decisión a partir de numerosas presiones, a las que adjudicó, sobre todo, a los medios de comunicación.

 

En este sentido, señaló como culpables de su renuncia a "sectores que no estaban de acuerdo con los avances en juicios de lesa humanidad", entre ellos los diarios Clarín y La Nación.

 

Sobre esto, señaló que "la incidencia de los medios de comunicación trasciende la opinión pública, si no el disciplinamiento de sectores de la sociedad que después toman decisiones", en referencia al poder de ambos medios de comunicación en la resolución de los juicios de lesa humanidad.

 

"Lo que pasó no fue otra cosa que una decisión que se tomó de distintos espacios para frenar este proceso de avance en juicios de lesa humanidad que amenazaba con llegar a sectores civiles y empresarios", explicó Rozanski y agregó que "el Consejo de la Magistratura fue brazo ejecutor de esto que acabo de contar".

 

El juez, en declaraciones a Que Vuelvan las Ideas recordó el programa de Jorge Lanata, donde junto con Romina Manguel y Ernesto Ténenbaum "caricaturizaron un par de jueces y anunciaron que el Poder Ejecutivo tenía decidido echarlos. Dos semanas después el Poder Ejecutivo a través de su representante en el Consejo inició un trámite con la denuncia de Julio Piumato de persecución, que no tenía otro fin que llegar a la persecución".

 

"Los jueces estamos muy lejos lo que se supone en cuanto a la objetividad total, somos personas con ideologías, sensibilidades que hacen que actuamos de una manera o de otra", expresó el magistrado.

 

"Si democratizamos la justicia todos los problemas se van a ir subsanando, desde el Presupuesto hasta las tarifas de gas", concluyó.

 

El ahora ex juez federal estaba siendo investigado por la Comisión de Disciplina y Acusación del Consejo de la Magistratura y días atrás se había movido judicialmente denunciando a los 8 miembros que la integran por abuso de autoridad, falsificación de documento público y prevaricato, entre otros delitos.

 

Para el magistrado, la Comisión de Disciplina y Acusación del Consejo de la Magistratura, mediante la figura del sindicalista judicial Julio Piumato, había resucitado una denuncia "prescripta y archivada" por supuesto "maltrato laboral" a trabajadores de la justicia Federal en La Plata.

 

En ese marco, en otras oportunidades, Rozanski había dado a conocer que dicha causa en su contra sólo tenía como fin apartarlo de la Justicia para dar marcha atrás con los juicios de lesa humanidad que aun tienen que resolverse.

 

"Lo colocaron en una enorme situación de incomodidad por manejos internos dentro del Tribunal para direccionar los juicios de lesa humanidad y el que venía ahora contra los crÍmenes de la derecha peronista enrolada detrás de la CNU (Concentración Nacional Universitaria)”, agregó el magistrado.