El Alto Comisionado de la ONU para los refugiados Filippo Grandi "está profundamente preocupado por la incertidumbre" a la que se enfrentan miles de refugiados en todo el mundo están en proceso de ser reasentados en Estados Unidos, informó un comunicado del comité al que accedió Tiempo Judicial

 

Esta semana el nuevo mandatario estadounidense, Donald Trump, decidió despedir a la fiscal general por negarse a cumplir la nueva normativa sobre los refugiados que ingresan al país. "Soy responsable de velar porque las posiciones que tomamos en los tribunales sean consistentes con la solemne obligación de esta institución de buscar la justicia y defender lo que es correcto", afirmó en la misiva la fiscal general en funciones Sally Yates.

"En este momento, no estoy convencida de que la defensa de la orden ejecutiva sea consecuente con estas responsabilidades ni estoy convencida de que la orden ejecutiva sea legal", agregó, según reproduce la agencia EFE. Por eso, Yates ordenó a los abogados del Departamento de Justicia que no defiendan la orden ejecutiva en las demandas interpuestas en su contra en Virginia, Nueva York, Massachusetts, el estado de Washington y California, como mínimo.

 

"La fiscal general interina, Sally Yates, ha traicionado al Departamento de Justicia al negarse a hacer cumplir una orden legal diseñada para proteger a los ciudadanos de Estados Unidos", señaló la Casa Blanca. "El presidente Trump relevó a Yates de sus funciones y designó a Dana Boente, fiscal del distrito este de Virginia, para servir como fiscal general interino hasta que el senador Jeff Sessions sea confirmado por el Senado" en el cargo.

 

Sally Yates, había ordenado este lunes a los abogados del Departamento de Justicia que no defiendan en los tribunales el veto a inmigrantes y refugiados impuesto por el presidente, Donald Trump.

 

Alarma en la ONU

 

Solamente esta semana más de 800 refugiados tenían previsto poner rumbo a América, hacia sus nuevos hogares y, en cambio se encuentran con la prohibición de viajar a Estados Unidos.  

 

ACNUR estima que unos 20 mil refugiados en condiciones precarias se podrían reasentar en los Estados Unidos durante los 120 días que abarca la suspensión anunciada el viernes, calculando sobre la base de las cifras mensuales de reasentamiento de los últimos 15 años. "Los refugiados tienen ansiedad, confusión y el corazón destrozado ante esta suspensión de lo que es ya de por sí, un proceso bastante largo", expresa el comunicado de la entidad.

 

Los refugiados comparten las mismas preocupaciones sobre cuestiones de seguridad que los americanos. Ellos huyen de la guerra de la persecución de la opresión y del terrorismo. La entidad que basa su trabaja en los "refugiados" mundiales informó que las "personas y grupos familiares que ACNUR deriva a los gobiernos para reasentamiento son las más vulnerables, como aquellos que necesitan tratamiento médico urgente, supervivientes de tortura y mujeres y niñas en situación de riesgo. Los hogares que proporcionan los países de reasentamiento son salvavidas para personas que no tienen otras opciones".

 

La mayor parte de la población refugiada día se encuentra acogida en países en vías de desarrollo y menos del 1% serán reasentados a nivel mundial. La ONU explicó que durante décadas los Estados Unidos han sido líderes globales en protección a refugiados, una "tradición" basada en la "tolerancia y la generosidad del pueblo americano". Por este motivo, desde ACNUR confían en que "EE.UU. continúe con su fuerte liderazgo y su larga historia de protección" hacia aquellos que huyen de los conflictos y de la persecución.

 

El Alto Comisionado reitera "una vez más" que los refugiados "deben recibir el mismo trato a nivel de protección y asistencia", así como en las "oportunidades de reasentamiento, con independencia de su religión, nacionalidad o raza".