Los dos expertos en comportamiento animal que expusieron en calidad de amicus curiae ante la jueza Elena Liberatori establecieron que la orangutana Sandra está en condiciones de ser trasladada, en el marco de la ejecución de la sentencia en la cual se ordenó al Gobierno porteño que garantice el bienestar de la orangutana “Sandra”, en cautiverio desde el año 1994 en el exzoológico local.

 

En una audiencia de divulgación científica, los expertos intervinientes en la causa explicaron el informe técnico sobre las condiciones de vida de la orangutana ante representantes de la Procuración General de la Ciudad, asesores del Ministerio de Modernización, Innovación y Tecnología del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, autoridades del Ecoparque de la Ciudad de Buenos Aires.

 

El biólogo y profesor adjunto de la Cátedra de Bienestar Animal de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires, Héctor Ferrari explicó que la tarea efectuada durante los meses de enero y febrero se centró en “generar indicadores que permitan decir del bienestar animal algo más que opiniones”, y comparó estas mediciones centradas en el comportamiento, y su relación con el ambiente y el hombre, con los estudios realizados sobre orangutanes en libertad, su calidad cognitiva y conductual.

 

Ferrari destacó que “Sandra tiene una estrecha relación con las personas que la rodean, maneja un sistema de trueques para conseguir cosas, y trata de sustraerse de las presencias tapándose”. “Del tiempo de observación registramos que el 57,48 por ciento del tiempo diurno está inactiva, esto es un problema. Hay mucho tiempo de Sandra donde no está ni desplazándose ni interactuando, comparada con cualquier animal silvestre, ella está mucho tiempo descansando". 

 

"El lugar donde más tiempo está es en el roquedal junto al vidrio. En las rocas se cubre y se clausura”, subrayó Ferrari, enfatizando que “la clausura sensorial es un problema”, y que si se agrava puede llegar a la automutilación.

 

El doctor en Ciencias Biológicas y primatólogo Aldo Giúdice, resaltó que “los orangutanes son los homínidos no humanos más inteligentes”, y que “Sandra” -originalmente llamada Marisa cuando llegó al exzoológico porteño- “debería ser tratada como cualquier niño humano, respetando su autonomía”. “Estamos frente a un cuasi humano, Sandra es un ‘orangu-humano’, un ‘orangu-urbano’”, dijo.

 

“Yo la veo a Sandra con gente, como tía de crías huérfanas. En una nota de La Nación de 2016, la principal experta en el comportamiento de los orangutanes, Birutė Galdikas, dijo que Sandra es bienvenida en Borneo. La Salida para Sandra es Borneo, tratándosela como a los niños”, propuso Giúdice.