La Cámara en lo Criminal y Correccional N°4 de Córdoba ratificó la condena a dos años y dos meses de prisión condicional e inhabilitación especial para ejercer cargos públicos al ex jefe de la Policía de la Provincia de Córdoba Julio César Suárez por el delito de coacción en perjuicio del periodista Dante Leguizamón, de los Servicios de Radio y Televisión (SRT) de la Universidad Nacional de Córdoba.
“El acusado profirió las expresiones que se le atribuyen con pleno conocimiento de su sentido y alcance, esto es, para obligar a su interlocutor, el periodista Dante Leguizamón, a que se reuniera con él con el propósito encubierto de atemorizarlo y condicionar su rol periodístico”, sostuvieron los camaristas María Antonia de la Rúa, Luis Miguel Nassiz y Jorge Raúl Montero.
De acuerdo con la sentencia, el viernes 15 de agosto del año 2014, Suárez llamó por teléfono a Leguizamón pasadas las 22 horas. El ex jefe policial estaba disconforme con la publicación de algunos “tweets” por parte del periodista que denunciaba una relación entre un caso de “gatillo fácil” y un allanamiento nocturno en el barrio denominado “Los Cortaderos”.
Durante esa comunicación, le solicitó insistentemente a Leguizamón que se reúnan esa misma noche en los estudios de los SRT o en la Central de Policía. Ante la negativa del periodista, que ya había finalizado su horario laboral y se dirigía a su domicilio en las afueras de la ciudad de Córdoba, el entonces jefe de la Policía manifestó: “Si vos no venís, yo me voy a encargar de vos”.
Tras analizar la prueba incorporada al juicio, la Cámara consideró que la frase del acusado Suárez no provino de un exabrupto verbal en el marco de una discusión sino que “expresa, cuanto menos, una persistencia obstinada en limitar la libertad de la víctima, buscando atemorizarlo ante su negativa de encontrarse con él esa noche”.
El fallo afirma que Suárez ya había tenido expresiones “desafortunadas” con el fiscal de Instrucción que investigaba la muerte del joven Alberto Fernando “Güere” Pellico y con otros periodistas que cubrían presuntos casos de “gatillo fácil”. A partir de tales constancias, el tribunal describió al acusado como “un sujeto que traspasaba los límites de su función, que se ofuscaba fácilmente y no dudaba en avasallar y entrometerse en labores ajenas”.
La sentencia agrega que “la libertad de prensa y la libertad de expresión, resultan pilares del sistema democrático” y que su limitación “atenta” contra este. También señala que si Suárez quería dar su versión de lo ocurrido debió solicitar el derecho a réplica –que, por otro lado, ya le había sido concedido- pero “nunca recurrir a la coacción como medio para instrumentar su pretendida defensa”, especialmente porque el acusado era por aquel entonces nada menos y nada más que el Jefe de Policía.
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