Estaban en ocho panes, camuflados entre la verdura que una empresa de cátering porteña llevó a la Unidad 24 de Florencio Varela. Hicieron una requisa general en todo el predio y se investigan los contactos internos que buscaba ingresar la droga junto a la verdura.

 

Una requisa de rutina en la verdura que debía ingresar a la carcel de Florencio Varela, terminó con el secuestro más grande de droga en la historia del Servicio Penitenciario Bonaerense: más de ocho kilos de cocaína que estaban escondidos entre tomates perita, según informaron fuentes oficiales.

Esto ocurrió en la Unidad 24 de Florencio Varela, cuando al predio de avenida Buenos Aires, arribó el camión de la empresa de cátering que provee frutas y verduras a la cárcel. Se especuló con la posibilidad de que el personal penitenciario hubiera detectado algún movimiento raro o una irregularidad en una gaveta de la carga, pero desde el SPB aclararon a este diario que fue una requisa “de rutina, como se hace con todo lo que ingresa al penal desde el exterior”, para frustrar el ingreso de drogas o armas.

Eso fue justamente lo que pasó en horas del mediodía, una vez que los guardias revisaron los 35 cajones con tomates que debían ingresar en el depósito que se usa para preparar la comida. Observaron que entre los tomates perita alguien había escondido ocho paquetes o panes recubiertos con cocaína.

 

“Meter tanta merca adentro de una unidad para mandarla de vuelta hacia afuera es una pelotudez sin límites. Quizás era para distribuir adentro por un tiempo. Y puede haber penitenciarios involucrados. Si no, no se animarían a tanto”, dijo una fuente. 

 

La valuación del cargamento es muy importante. Cada kilo de cocaína cotiza en el país entre 5.000 y 7.000 dólares (en Perú o Bolivia sale entre 2.000 y 2.500 y en Japón trepa hasta los 90 mil o 100 mil dólares), que, estirada con sustancia de corte, puede multiplicarse hasta 5 veces.

 

Y también explosivos...

 

Las requisas sorpresivas en las cárceles bonaerenses son cada vez más frecuentes. En abril de este año ya habían sido 142 y permitieron secuestrar más de 6.300 teléfonos celulares y casi 4.000 facas en cuatro meses.

 

En otro procedimiento de rutina realizado el miércoles en la Unidad 32 ubicada en la localidad bonaerense de Florencio Varela, Personal del Servicio Penitenciario encontró dos panes de trotyl, un material explosivo de alto impacto y 16 proyectiles de una pistola calibre 45.

 

El hallazgo se dio en el marco de un “reacomodamiento en el sector de calderas del taller del Módulo A de la Unidad ubicada al sur del Conurbano Bonaerense”. Los 455 gramos de trotyl (o TNT) y las municiones, fueron hallados envueltos con papel y en bolsas de nailon en el sector de talleres.