El 29 de julio de 2017, la adolescente de 16 años Anahí Benítez salió de su casa ubicada en Parque Barón, en la localidad de Lomas de Zamora. Se dirigía hacia el Parque Municipal Eva Perón ubicado a unas pocas cuadras, pero las imágenes captadas por las cámaras de seguridad municipales y privadas determinaron que nunca llegó. Ese mismo día, su familia denunció la desaparición de la adolescente. Tras algunos días de búsqueda, finalmente el 4 de agosto el cadáver de Anahí fue encontrado semi enterrado en la Reserva Natural Santa Catalina. Estaba desnudo, presentaba lesiones cortantes y golpes en la cabeza. La autopsia determinó que murió por asfixia por sofocamiento y que había sido víctima de un ataque sexual.
Por el hecho se detuvo en un principio al profesor de matemáticas de la adolescente, pero como no hallaron pruebas en su contra enseguida lo liberaron.
Luego fue detenido Marcos Bazán, que vivía a unos pocos metros del terreno donde apareció el cuerpo de Anahí y en su casa se encontraron restos de los mismos alimentos que, según la autopsia, había ingerido la víctima. Días después se activó el celular de Anahí a cuatro cuadras del lugar donde apareció asesinada y con eso se llegó al padre del chico que lo tenía en su poder, Marcelo Villalba, el segundo sospechoso.
El crimen de Anahí enseguida tomó relevancia a nivel nacional y movilizó particularmente a toda la comunidad de Lomas de Zamora y del ENAM, escuela a la que ella asistía. Sus compañeros y compañeras, familiares y amigos realizaron marchas exigiendo un accionar ágil y efectivo de la Justicia y el cumplimiento de leyes y mecanismos que protegen los derechos de las mujeres.
Tres años después comenzó el juicio, el 17 de febrero de este año. Esta a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 7, integrado por los jueces Roberto Conti, Elisa Lopez Moyano y Roberto Lugones. El fiscal de juicio será Hugo Daniel Carrión.
La fiscal especializada en violencia de género que instruyó la causa, Fabiola Juanatey, pidió que Bazán sea juzgado como coautor de “privación ilegal de la libertad agravada, homicidio agravado por alevosía, criminis causa y por mediar violencia de género” y como partícipe necesario de “abuso sexual agravado por acceso carnal”.
Villalba fue acusado por “robo, abuso sexual agravado” en carácter de autor y por “privación ilegal de la libertad agravada y homicidio agravado por alevosía, criminis causa y por mediar violencia de género”, en calidad de coautor.
El 21 de febrero, el Tribunal decidió suspender de manera provisoria el proceso contra Marcelo Villalba tras escuchar la exposición de los peritos expertos en psiquiatría que consideraron que no está en condiciones de afrontar el juicio por padecer esquizofrenia: “Tiene una personalidad psicótica que no le permite afrontar el proceso, es riesgoso para él y para terceros”, afirmaron. El acusado continúa con prisión preventiva en la Unidad 34 del penal de Melchor Romero, donde recibe el tratamiento adecuado para su enfermedad.
El único imputado por el femicidio de Anahí, Marcelo Bazán, estuvo en la Unidad 40 de Lomas de Zamora hasta que se suspendieron las audiencias por el contexto de pandemia: la última audiencia fue el 16 de marzo y el juicio fue interrumpido por la expansión del coronavirus y el decreto presidencial del aislamiento social preventivo y obligatorio. Desde ese momento, Bazán fue trasladado a la Unidad N° 9 de La Plata.
El 12 de mayo y tras 57 días de receso por la pandemia, se reanudó el juicio cumpliendo con las medidas sanitarias de resguardo, respetando la distancia social y utilizando el tapabocas. Sólo pudieron estar presentes los jueces, el fiscal, los abogados, una persona del público por parte y el imputado por videoconferencia desde el penal. En la sala se colocó un televisor desde el cual se podía observar a Bazán sentado frente a una cámara y custodiado por un agente penitenciario.
El 13 de mayo, declaró el único acusado y pidió hablarle directamente a la madre de Anahí, Silvia Perez. "Señora, yo entiendo que perdió a su hija de la peor manera que una madre puede perder a una hija. Pero verifique bien señora, porque si yo quedo detenido, va a quedar impune. Porque yo, Marcos Bazán, no tengo nada que ver con tal crimen que se ha cometido. Y discúlpeme señora por la intromisión, pero se lo tenía que decir", expresó Bazán. Se declaró inocente y negó conocer a la víctima de antemano. “Anahí nunca pudo haber estado en mi casa. Ni viva ni muerta, sin que el entorno lo haya visto”, sostuvo Bazán. Además, le dijo al Tribunal que en el penal lo visitan muchas mujeres y que tiene el apoyo de distintas organizaciones y personalidades vinculadas al feminismo y a los Derechos Humanos.
Con estas palabras se defendió y espera el veredicto. En caso de ser hallado culpable, Bazán se expone a la pena de prisión perpetua. La próxima semana serán los alegatos de las partes.
Femicidios en Argentina
En nuestro país, la asociación civil “La casa del encuentro” elabora a través de su observatorio de femicidios “Adriana Marisel Zambrano” estadísticas e informes anuales.
En 2017 se registraron 295 femicidios, en 2018 273 y en el año 2019 hubo 299. Para ser más exacta, en nuestro país en 2019 murió una mujer en manos de un femicida cada 29 horas. Las cifras del 2020 relevadas por el observatorio de violencia de género “Ahora que sí nos ven” exponen otro número alarmante: 117 femicidios entre el 1 de enero y el 30 de abril. Durante el aislamiento social preventivo y obligatorio ya se registran al menos veinte femicidios y piden que se apruebe el proyecto de emergencia en violencia de género.
Los números reflejan la dura realidad de las mujeres y el contexto de violencia que parece no ceder.
Nos faltan muchas mujeres.
Y seguimos exigiendo “Ni Una Menos”.
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