Durante la jornada del martes 17 de noviembre continuó el juicio por los delitos de lesa humanidad cometidos en los centros clandestinos de detención utilizados en la última dictadura cívico-militar en la provincia de Buenos Aires, puntualmente el Pozo de Banfield, el Pozo de Quilmes y El Infierno de Lanús. El juicio se desarrolla en el Tribunal Oral Federal N°1 de La Plata.

En esta ocasión, se incluyeron los testimonios aportados hace algunos años en otras causas por Nilda Eloy y Alcides Chiesa, ambos sobrevivientes a los centros clandestinos –los dos en el pasaron por el Pozo de Quilmes– y fallecieron antes de presentarse en este juicio.

La auxiliar de la Unidad Fiscal Federal, Ana Oberlin, afirmó en diálogo Tiempo Judicial que “se tomaron indagatorias a una buena parte de los imputados, sólo faltaron dos que estaban por resolver su situación de salud, ya que se les realiza estudios para saber su condición”.

Según la fiscal, el juicio va a continuar con algunas declaraciones testimoniales hasta fin de año y posiblemente sean “testigos de concepto o de contextos, qué son personas que no sufrieron directamente los delitos, sino que por ejemplo tienen algún saber o algún conocimiento de la investigación”.

“La semana próxima y la siguiente van a prestar testimonio tres mujeres integrantes del Equipo Argentino de Antropología Forense, porque en este juicio hay varias personas que estaban desaparecidas y que fueron recuperados sus restos por el equipo de Antropología”, anticipó.

Además Oberlín explicó: “Todo el trabajo que hacen es muy importante porque ellas dan cuenta no solamente del hallazgo, sino también de algunas cuestiones que tienen que ver con la forma en la cual fueron enterrados los cuerpos, hablan de una investigación y también de alguna manera una metodología,un modo que fue aplicado además del secuestro y los tormentos. Hubo homicidios y posteriormente se desaparecieron los cuerpos mediante entierros clandestinos”.

El juicio tiene en el banquillo a 18 represores acusados de crímenes de lesa humanidad, y se los juzgará por al menos 400 víctimas del terrorismo de Estado entre los 70’ y 80’.