El fallo del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Ciudad de Buenos Aires, que rechazó un amparo que pretendía que se otorgue una vacante a un niño para sala maternal, generó gran repercusión en el ámbito político y judicial. Incluso, legisladores porteños de la oposición anunciaron que impulsarán el juicio político contra los jueces del máximo tribunal porteño. En ese contexto, un juez de primera instancia hizo lugar a una acción promovida en el mismo sentido.
Se trata de Darío Reynoso, a cargo del Juzgado de Primera Instancia en lo Contencioso, Administrativo y Tributario N°24. El magistrado le ordenó al Gobierno porteño a que le otorgue una vacante a un niño de 2 años en el nivel inicial del sistema educativo de la Ciudad, dentro del radio de su domicilio y con turno de jornada completa, en alguno de los establecimientos seleccionados al momento de la preinscripción.
La acción la promovió la madre del menor. Allí explicó que es el único sostén de familia y se encuentra en una situación de vulnerabilidad y que la denegatoria de la vacante solicitada no solo afectada el legítimo derecho a la educación, sino también lo priva de contar con la Canasta Escolar Nutritiva. Sobre esto último destacó que si bien es algo accesorio al otorgamiento de la vacante, en el contexto de la pandemia tiene un carácter principal para la salud y alimentación del niño.
El juez consideró esa situación y también otorgó la medida cautelar que había sido solicitada en ese mismo sentido. Además, , le ordenó al Gobierno de la Ciudad a que en el plazo de 2 días de notificado incluya al niño en el plan de reparto de la canasta alimentaria.
Por otra parte, remarcó que la Ciudad asumió “la responsabilidad indelegable de asegurar y financiar la educación pública, estatal laica y gratuita en todos los niveles y modalidades a partir de los cuarenta y cinco días de vida hasta el nivel superior”.
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