Pese a la feria judicial, se realizó una nueva audiencia en el juicio por los delitos de lesa humanidad cometidos en los centros clandestinos de detención de la provincia de Buenos Aires el Pozo de Banfield, el Pozo de Quilmes y El Infierno de Lanús. 

Ana Oberlin, auxiliar de la  Unidad Fiscal Federal Especializada en crímenes de Lesa Humanidad de La Plata, dialogó con Tiempo Judicial sobre el desarrollo de este juicio ante el TOF 1 de La Plata. Asimismo, informó que el pasado martes declaró un integrante de la Comisión Provincial por la Memoria y “sumó archivos como material de prueba al juicio”.

Además, testificó una ingeniera que realizó una pericia en “El Infierno” en la cual constató algunos cambios edilicios del lugar, y la semana que viene se sumará la declaración de tres personas que forman parte de la misma familia, una madre y dos hijas que fueron víctimas del terrorismo de Estado.

“Pasaron por estos centros clandestinos de detención, y por otros, cuando la madre estaba embarazada casi a término de una de las hijas y con la otra muy pequeña, que luego volvió con sus abuelos”, aclaró la auxiliar.

En cuanto a la crítica que realizó el Centro de Estudios Legales y Sociales sobre la tardanza en los juicios de lesa humanidad, que enfatizó que dicha demora puede conducir a la impunidad de los acusados, Oberlín consideró que “lo importante es que, a pesar del contexto de pandemia, que quizás es más trascendente, se pueda avanzar”.

“Evidentemente no se sabe qué es lo que va a pasar este año con la situación de pandemia, pero ya piensan algunos protocolos para poder aunque sea garantizar semipresencialidad y hacer una parte de manera virtual y otra parte presencial porque cuando empieza el testimonio de las víctimas muchas no quieren hacerlo de forma virtual porque les resulta más difícil”, expresó. 

También al respecto resaltó que lo más importante es destacar que a pesar del contexto de pandemia este juicio se inició y se está sosteniendo, incluso, que se habilitó media feria para poder avanzar. "Es correcto lo que está haciendo el tribunal y esperemos que cuando se garantice la presencialidad se agreguen días de audiencia, porque por ahora es solo una y sería importante tener dos o tres semanales”, sostuvo.

Por el momento, no se puede calcular cuándo terminará el juicio por la cantidad de testigos y material de prueba que contiene. “Hay que tener en cuenta que es un juicio que comenzó 40 años después, y los testigos al ser que muchos pasaron por varios lugares lleva más tiempo”, concluyó la auxiliar.