La Asociación de Abogadas Feministas (ABOFEM) realizó una presentación formal en donde impugnó a 52 jueces y juezas que se postulaban a ocupar cargos en la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal de la Capital y en Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal, los concursos 461 y 457.
¿El cuestionamiento? Ninguno de ellos realizó la capacitación en género que actualmente se requiere para ocupar cargos dentro del Poder Judicial. En su defensa, afirmaron que al momento de anotarse no estaba este requerimiento reglamentado, pero lo cierto es que cuando fueron presentadas las ternas ya lo estaba.
La presidenta de ABOFEM, Melisa García, señaló que no solamente es un incumplimiento a la reglamentación actual, sino que también se le resta importancia al Poder Judicial, que incuestionablemente rige sobre la vida social.
¿Por qué presentaron la impugnación?
En la etapa en la que se podía impugnar la terna de jueces que incumplieran con requisitos cotejamos que 52 no contaban con la formación en género requerida por el reglamento en forma obligatoria, que es la formación en género de la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de la nación, la Escuela Judicial del Concejo de la Magistratura y las universidades nacionales.
Se argumentó en base al tiempo en que fueron presentados ¿es válida esa fundamentación?
Era obvio que la defensa formal iba a estar, iban a decir que no estaba vigente. Lo que es el reglamento, que obliga la formación en género, está vigente del año 2019. Luego, se le da 36 meses para adaptarlo, o sea tener esa capacitación, pero antes de presentarse al concurso tenían que mínimamente acreditar que estaban en curso de esa capacitación. En pocas palabras estaba vigente, lo dice la clausula transitoria que reglamenta, no hay excusa.
¿Y a qué se puede deber esto?
Supongamos que hubiera sucedido que alguno de ellos no vio, se confió en la vigencia, es innegable que hay una trasformación social, son postulantes a jueces y juezas de la Cámara Criminal y Correccional a nivel federal. No podemos pasar esta cuestión de mala voluntad, olvido o desinterés en la formación de género. Es algo que atraviesa socialmente y el Poder Judicial también es parte de este cambio, es parte del Estado argentino.
¿Era una transformación necesaria?
Es fundamental entender que es una de las primeras veces que se pone la lupa en uno de los espacios fundamentales, que es el Poder Judicial, y donde no se puede escapar en ningún punto la formación en género. No solo por el tiempo de los cargos, sino por el rol fundamental que tienen en la sociedad. Las sentencias rigen la cotidianeidad de nuestra vida.
¿Era tiempo de poner un parate a estas viejas costumbres?
Se agotan las excusas y esto tiene que ser una buena oportunidad para que de acá en más los concursos no solamente respeten las formaciones reglamentarias, sino que también incursionen tanto magistrados y magistradas en que la formación en género. Se apunta a una aplicación específica y una ampliación de derechos. Hay que entender las vulnerabilidades de una vez y para siempre y para que se trasluzca en sus sentencias.
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