Con motivo del Día Internacional de la Mujer, varias mujeres reconocidas de la Justicia expresaron su parecer con respecto al rol que cumplen dentro del Poder Judicial. Si bien es conocida la nueva postura en varios sectores, todos se encuentran atravesados por el debate social y político, que pone en jaque a una vieja forma de administrar la justicia e intenta poner una mirada de género en las resoluciones.
En diálogo con Tiempo Judicial, la fiscal a cargo de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas, María Alejandra Mángano, recordó que “hace unos años, la dirección de políticas de género del Ministerio Público Fiscal hizo un mapeo sobre las mujeres en el organismo y se detectó que las fiscales ocupan solo el 28 por ciento de los cargos”.
Además, destacó que lo que también se notó en el estudio es que “cuando se asciende a los cargos superiores, como fiscal general, esta proporción se reduce más, y era menor al 20 por ciento”, y advirtió que “dentro de ese rol de fiscal general, todas la que lo ocupan, lo hacen como fiscales ante tribunales orales, y no como fiscales de revisión”.
En tanto, consideró: “Como mujer joven siento la responsabilidad de generar las herramientas para que sea más fácil de acceder. Hay muchas mujeres capacitadas, formadas de forma impecable y como mujer y madre creo que la responsabilidad es poder mostrar que son roles compatibles. Las ideas más modernas que se pretenden de un fiscal o una fiscal, teniendo en cuenta los avances hacia un nuevo código procesal acusatorio, también es muy importante, porque lo que rige como norte de las investigaciones penales en el código es la resolución pacífica de los conflictos”.
Cabe rescatar las palabras dichas hace algunos meses por la vicepresidenta de la Corte Suprema, Elena Highton de Nolasco, en un seminario latinoamericano sobre la vulnerabilidad de las mujeres de la tercera edad y publicado por la Oficina de Violencia Doméstica, en donde lamentó que una mujer de sesenta años o más es asesinada cada doce días, y explicó el trabajo que realiza el máximo tribunal: “Se trata de políticas de Estado del Poder Judicial que se desarrollan a través de tres dependencias: la Comisión Nacional de Acceso a Justicia, la Oficina de la Mujer y la Oficina de Violencia Doméstica”.
Por otro lado, el medio institucional iJudicial publicó varias reflexiones sobre el 8 de marzo de parte de integrantes del poder judicial. La camarista de la Sala I del fuero Contencioso, Fabiana Schafrik, aseguró que es un día que “debe llamar a la reflexión y que se resignifica a partir del contexto de pandemia, porque empleadas, funcionarias y magistradas del poder judicial continuaron al servicio de justicia, más allá de la profundización de las tareas no remuneradas de los hogares”.
Julia Correa, titular del Juzgado veintiocho en lo Penal, Contravencional y de Faltas, expresó: “Las mujeres a lo largo de los años han logrado superar las barreras de las diferencias que se han impuesto”. Asimismo, la titular del Juzgado doce del fuero Contencioso Administrativo, Tributario y de Relaciones de Consumo, Alejandra Petrella, señaló que la fecha “significa una búsqueda de equidad en todos los sentidos y la forma de vivirlo es con un minuto de silencio por tantas mujeres muertas; y muchos de reflexión, para entender qué hacer”.
“No es posible, las mujeres víctimas de violencia son cada vez más. Es necesario que la perspectiva de género se encuentre inoculada en la sociedad. Es indispensable, y con urgencia, planificar estratégicamente políticas inmediatas desde lo educativo, social, cultural, para deconstruir estereotipos”, consideró Natalia Molina, del fuero Penal, Contravencional y de Faltas, sumó también su palabra, la titular del Juzgado 8.
En cuanto Lorena Tula del Moral, titular del Juzgado trece en lo Penal, Contravencional y de Faltas, enfatizó que “es un buen momento para reflexionar acerca de todos los avances que logramos como mujeres, no obstante, todos los días debemos visibilizar la desigualdad que todavía existe”.
Patricia Larocca, titular del Juzgado doce del fuero Penal, Contravencional y de Faltas, admitió: “no dejo de pensar en todas las cosas que las mujeres damos por hecho en la actualidad (y que las nuevas generaciones ya han incorporado como algo dado, afortunadamente), que en otras épocas eran impensadas, no sólo en cuanto a los derechos ganados sino a nuestro lugar en la sociedad”.
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