Luego de una semana donde dirigentes del kirchnerismo criticaron duramente que sigue hace más de tres años atornillado en el cargo, el procurador interino, Eduardo Casal, tuvo un breve diálogo con el diario La Nación en el cual expresó que no va a renunciar porque la ley lo avala y que su designación no depende de él sino de los otros poderes del Estado.
“No voy a renunciar porque tengo la obligación de cumplir con el mandato que me impone la ley”, explicó Casal que hace tres años es procurador general de forma interino porque así lo dispone la ley orgánica del Ministerio Público Fiscal. Desde 1992 es procurador fiscal ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
La normativa expresa que ante la ausencia de procurador general efectivo debe asumir el cargo el fiscal más antiguo, y Casal lo era en noviembre de 2017. Ni Macri ni Alberto pudieron generar los consensos en el nombre ni con los votos en el Senado para designar procurador efectivo como pasó con Daniel Rafecas y con Inés Weinberg de Roca.
Así, Casal se transformó en el sucesor interino de la procuradora Alejandra Gils Carbó, quien asumió en 2012, y renunció en octubre de ese año 2017 tras el pedido de licencia tras meses de cuestionamientos por parte del gobierno de Mauricio Macri y bajo investigación de la Justicia.
En esa línea, sin procurador efectivo hace más de tres años, el Gobierno impulsó la reforma de la ley orgánica del MPF para poder designar al Procurador General de la Nación con una mayoría de votos diferente a la actual normativa. Pero tampoco pudo aprobar esta nueva ley. Así, se trabó la designación de Rafecas hace un año ya, y la alternativa del kirchnerismo es poner otro procurador interino, que no sea Eduardo Casal quien ayer habló después de mucho tiempo.
“Cubrir la vacante del procurador no depende de mi renuncia: confío en las instituciones para llevar adelante el proceso de selección del procurador”, expresó Casal ayer en línea con su postura hace años de respetar las leyes y las instituciones por fuera de la política partidaria.
“Lo mejor para la institución es que el cargo se cubra, pero no depende de mí”, agregó Casal dando a entender que ni el Poder Ejecutivo ni el Legislativo pudieron designar procurador efectivo y desligándose del problema.
Y finalizó con un mensaje al futuro procurador: “Estamos tratando de mantener la institución para facilitar la tarea del procurador entrante”.
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