"Si a mitad del proceso para mi designación se reduce por ley la mayoría necesaria en el Senado para nombrar al Procurador, eso será para mí un límite ético insuperable", sostuvo el juez federal Daniel Rafecas en su cuenta de Instagram ayer ratificando lo dicho el año pasado sobre el cambio en las mayorías de los votos en el Senado para la designación de un Procurador General de la Nación definitivo.
El dilema de la elección de un titular definitivo en cabeza del Ministerio Público Fiscal de la Nación, que hace 3 años que ejerce un interino como Eduardo Casal en medio de una reforma y de la implementación a medias del nuevo Código Procesal Penal Federal que sólo funciona en el norte del país, lleva más de un año de trajín político.
La elección del experimentado y académico juez federal por parte del presidente Alberto Fernández no tuvo recepción en algunos sectores del Gobierno ya que ni siquiera lo llamaron para realizar la audiencia pública en el Senado tras la presentación de su pliego a principios de 2020. Ni menos por Zoom. Y eso que es un candidato que fue elegido por el presidente buscando los votos y el consenso de las demás fuerzas políticas para que lo voten los dos tercios de los senadores.
Más allá del poroteo de votos, el posteo de Rafecas lo deja casi afuera de la carrera por la Procuración porque realizó varias críticas: a la relajación que permite la elección por menos votos del Procurador definitivo, a que nunca lo llamaron a la audiencia pública para expresar sus opiniones y a que los cambios se realicen en el medio de su proceso de designación.
“Quiero dejar asentada públicamente mi postura: más allá de que el cargo sea vitalicio o temporario, es indispensable que el Procurador General de la Nación tenga el consenso político suficiente para ejercer un cargo de tanta relevancia institucional, para lidiar con la Corte Suprema de Justicia de la Nación y para encarar reformas estructurales a nivel federal. Ese consenso recién se pone en juego en la audiencia pública, a la que todos los candidatos anteriores accedieron (con distinta suerte), y que no se cumplió en mi caso. De haberse concretado esa audiencia en el Senado, estoy seguro que ese consenso hubiese sido alcanzado”, dijo Rafecas en su posteo marcando la cancha al debate que se dará esta semana y la que viene en Diputados.
El candidato experto en políticas de derechos humanos y en temas como el Holocausto expresó que si el mismo hubiera logrado el convencimiento de los senadores en la audiencia pública: "Como no fui llamado a dar mi parecer sobre su contenido, ni por quienes lo impulsaron en el Senado, ni en las audiencias en Diputados, así como tampoco por el Ministro de Justicia, quiero dejar asentada públicamente mi postura: más allá de que el cargo sea vitalicio o temporario, es indispensable que el PGN tenga el consenso político suficiente para ejercer un cargo de tanta relevancia institucional, para lidiar con la CSJN (Corte Suprema de justicia) y para encarar reformas estructurales a nivel federal", afirmó.
Por último, es llamativo el apoyo que logra de la gente de la Justicia en sus redes sociales y es sorprendente que responda con alturas las críticas de quienes afirman que "debe asumir semejante responsabilidad por el país". Rafecas respondió que esta es su "convicción ética y jurídica" y que "respeta otras posturas". Si la reforma de la ley orgánica avanzada en Diputados, luego vuelve al Senado y finalmente se convierte en ley será con un candidato que no será Rafecas. Por ahí, se nombraron un actual senador, una abogada twittera, entre otros cercanos a la vice. Ya adivinaron no?
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