El Tribunal Oral en lo Criminal Federal (TOF) de Bahía Blanca condenó a cuatro integrantes de la triple A por el asesinato del estudiante David Cilleruelo en abril de 1975. Los hechos fueron enmarcados por los jueces como crímenes de lesa humanidad y significaron una condena a prisión perpetua para uno de ellos y de 10 años de prisión para el resto.

Los jueces Roberto Daniel Amábile (presidente), Marcos Javier Aguerrido y Pablo Díaz Lacava decidieron las penas de para Raúl Roberto Aceituno como coautor del homicidio doblemente calificado Cilleruelo, y por asociación ilícita. Mientras que Héctor Ángel Forcelli, Osvaldo Omar Pallero y Juan Carlos Curzio fueron condenados a diez años de prisión a como coautores del delito de asociación ilícita por su actuación en la Triple A.

El 3 de abril de 1975 era el día de inscripción en la Universidad Nacional del Sur, en Bahía Blanca. David “Watu” Cilleruelo se encontraba junto a compañeros y militantes en los pasillos del establecimiento ultimando los detalles para una asamblea de delegados de centros de estudiantes que se realizaría al día siguiente.

crédito: Fiscales.gob.ar

Antes de las 9:30 de la mañana, mientras "Watu" caminaba por los pasillos del ala de ingeniería de la universidad fue abordado por una patota compuesta, entre otros, por Aceituno.

Cilleruelo, secretario de la Federación Universitaria del Sur y militante de la Federación Juvenil Comunista, recibió un solo tiro en la cabeza en medio de la gran cantidad de alumnos que por esos días caminaba los pasillos para inscribirse.

Dos estudiantes fueron a la policía a denunciar lo sucedido. La respuesta fue que esas personas “tenían credencial de la federal”. Los ejecutores formaban parte del grupo armado que actuaba bajo las órdenes del diputado nacional y jefe de la CGT local Rodolfo Ponce, reconocido por los ciudadanos de Bahía Blanca como la AAA, y formalmente contratado por el rector interventor Remus Tetu para operar en la universidad.

Según la investigación, para cumplir con la orden criminal aquel día los perpetradores partieron desde el rectorado en el vehículo oficial del rector, hacia el edificio universitario central, localizaron a Cilleruelo y lo asesinaron para luego regresar al rectorado en el mismo automotor.

En la sentencia firmada por los jueces este lunes también dispusieron la remisión del veredicto y de sus fundamentos a la UNS y a la Universidad Tecnológica Nacional para que evalúen las medidas reparatorias solicitadas por la fiscalía en su alegato. Esto es, que se ordenara la anulación de las cesantías de docentes, auxiliares y estudiantes perseguidos durante la época del terrorismo de Estado y que se otorgara el título honoris causa a Cilleruelo. Los fundamentos del veredicto se conocerán dentro de los próximos cuarenta días.