Este domingo se cumple un año de la aparición sin vida del cuerpo de Facundo Astudillo Castro, de 22 años, en plena pandemia. Facundo fue visto por última vez el 30 de abril del 2020 cuando la policía bonaerense lo detuvo en la ciudad de Mayor Buratovich por circular durante el aislamiento social y preventivo que se había dictado por la epidemia de Covid-19. El joven partió desde Pedro Luro por la ruta nacional 3 (RN3) con destino a Bahía Blanca haciendo dedo. Nunca llegó.
Después de ser interceptado dos veces por la policía con motivo del control del ASPO, no se supo más de su paradero, hasta que el 15 de agosto de 2020, su cuerpo fue encontrado en un cangrejal. Para la familia tanto el hallazgo del cuerpo y de otros elementos de prueba evidencian que se trató de un caso de desaparición forzada.
"Hay objetivamente prueba en el expediente que demuestra que los testigos que vieron a Facundo lo vieron", cuenta a Tiempo Judicial uno de los abogados de la familia de Facundo, Leandro Aparicio, quien recuerda cómo la mamá del joven, Cristina, vive "soportando muchas cosas, la persecución de la policía que la hostigan diariamente".
Según pudo constatarse, ocho días después de la desaparición de Facundo un móvil policial de una dependencia policial bahiense había permanecido durante varias horas allí. El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) fue claro en el análisis que realizó del cuerpo, la muerte de Facundo se produjo "por asfixia por sumersión (ahogamiento)".
Primero hubo una causa provincial por averiguación de paradero con un sin número de irregularidades, después en julio de 2020 comenzaría la investigación en la justicia federal por impulso de la madre de Facundo con la hipótesis de la participación de la policía bonaerense en la desaparición del joven.
Allí se encontraría en el baúl de ese patrullero un pequeño pedazo de piedra turmalina que era utilizada por el joven en un colgante. También se hallaría en la comisaria de Teniente Origone un amuleto de Facundo. Una pequeña sandía de madera que se abría y en su interior podía verse una vaquita de San Antonio.
Una jueza cuestionada
Actualmente existen en la Cámara Federal de Casación Penal recursos de recusación de la jueza federal de Bahía Blanca, María Gabriela Marrón. Para la jueza la teoría que resulta válida es la de que el joven sufrió, supuestamente, un accidente. "No podemos seguir investigando con esta jueza", dice Aparicio recordando que rechaza casi todas las medidas de prueba que solicitan y así "la cámara nos da una medida a los siete meses".
Esto fue dicho también por la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) en un informe donde sostuvo que la jueza "procuró borrar la responsabilidad estatal, y no ha cumplido con los señalamientos del Comité Internacional sobre Desaparición Forzada que le reclamó al Estado argentino la debida diligencia para todas las etapas de la investigación: oficiosidad, inmediatez y exhaustividad de la investigación".
Aparicio, sin embargo, rescata que a pesar de ello "con las medidas que tenemos, hemos advertido en los primeros días de la denuncia, de junio a agosto, una ultra actividad de los policías que eran investigados y de los dirigentes que responden a Berni (Sergio) que han sido denunciadas". Se trata de Jana Curuhinca, Siomara Flores, Mario Sosa y Alberto González que son los policías bonaerenses más comprometidos en la causa.
"Hay una protección, un encubrimiento y un guion de lo que han dicho González y Flores" destacó el abogado y contó que el pasado miércoles estuvieron junto con dos de los tres fiscales federales en un lugar llamado Cabeza de Huey donde creen que podría haber sido llevado Facundo. Se trata de un lugar que queda lejos por tierra pero no tanto yendo por agua y que tiene la particularidad de ser un lugar donde hay señal de teléfono.
Este viernes la familia y los abogados realizarán una conferencia de prensa por la tarde. Previamente, en la mañana, estarán en la Procuración General de la Nación con el objetivo de ampliar la denuncia contra el ex fiscal de la causa Santiago Ulpiano Martínez y para denunciar la actuación irregular de policías federales. Algo que también denunciaran el sábado cuando se reúnan con la ministra de Seguridad de la Nación.
Aparicio también hizo referencia a un reciente libro publicado sobre el caso por un periodista que sostiene la teoría de que no hubo una desaparición forzada: "Este libro es otra puesta en marcha de un plan de encubrimiento", sentenció.
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