Un informe elaborado por la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (UFECI) sostiene que durante 2020 aumentó, producto de la pandemia, la ciberdelincuencia. Los fraudes bancarios, la usurpación de la identidad y los acosos de manera digital estuvieron entre los delitos que más aumentaron debido a la mayor utilización de medios electrónicos que causaron las medidas de aislamiento.

Los dato presentados en el informe anual de la UFECI, a cargo del fiscal Horacio Azzolin, detallan que durante 2020 la unidad recibió un 381% más que en 2019 de reportes de delitos bajo la modalidad virtual. En 2019 la unidad recibió 2369 mails que denunciaban casos y en 2020 el número ascendió a 11.396, alrededor de 31 reportes por día.  

Entre abril de 2019 y marzo de 2020 se recibieron 2581 reportes y la Unidad inició 163 investigaciones preliminares mientras que entre abril de 2020 y marzo de 2021 se registraron unos 14.583 reportes, lo que equivale a un 465% de aumento. Además, se iniciaron unas 289 investigaciones.

En cuanto a los motivos de este aumento, desde la unidad sostienen que puede tener una doble explicación. Por un lado “el número de reportes es directamente proporcional al volumen de maniobras ligadas a la informática que tienen lugar y afectan a la ciudadanía”; y por el otro, la mayor utilización de medios electrónicos luego del dictado de diferentes medidas de aislamiento y distanciamiento preventivo con motivo de la pandemia de COVID-19.

Los delitos más reportados

Fraudes bancarios, usurpación de la identidad y acosos fueron algunas de las modalidades delictivas que más se detectaron durante 2020. En concreto “los fraudes en línea se destacan significativamente por sobre las demás”, consigna el trabajo que detalla que “en los doce primeros meses de pandemia los fraudes detectados fueron 8.559, lo que representa un 58,7% aproximadamente del total de los casos”.

“Puede advertirse que la proporción de maniobras vinculadas a las compraventas aumentó, alcanzando un 60,7% del total de los reportes de fraudes relevados, aunque la variación de los hechos asociados a la banca en línea resultó más significativa, alcanzando el 12,4% del total de los fraudes”, explica el informe.

Durante la pandemia se señalaron “tendencias delictivas peculiares” como ser, en el caso de las compraventas, “comenzaron a detectarse casos en los que los servicios o productos se encontraban relacionados a la prevención del COVID-19”; lo que significa maniobras diseñadas en función de las particularidades del contexto. Entre abril de 2020 y marzo de 2021 se detectó un total de 663 casos con modalidades principales o secundarias atravesadas por estas circunstancias, lo que equivale a un 4,5% de la totalidad de los reportes recibidos en ese tiempo.

Desde hace años el “phishing” (donde se intenta obtener información confidencial de terceros mediante distintas maniobras) resultó ser uno de los más comunes delitos informáticos que no se redujo en cantidad aunque con las nuevas modalidades delictivas se redujo su impacto sobre el total de los delitos. En los doce meses anteriores a la pandemia, los reportes sobre sustracción de datos personales alcanzaron un total de 244, mientras que en el periodo posterior ascendieron a 1079.

Con respecto a la difusión de imágenes, la usurpación de identidad, el acoso y las difamaciones, la UFECI hizo hincapié en que presentan una particular relevancia ya que se trata de maniobras que suelen enmarcarse en situaciones de violencia de género. “Es habitual encontrarnos con casos en los que los autores se valen de este tipo de recursos para producir un menoscabo en ciertos aspectos de la vida de las mujeres y, en definitiva, en su integridad psíquica, ello como un fin en sí mismo o, en otros casos, para amedrentarlas y compelerlas a actuar o dejar de actuar de una manera determinada”, explican en el informe.

El crecimiento de 2020

Algunos números que se plasman en el informe permiten ver como fue el aumento a nivel comercial de usuarios y del comercio electrónico. La empresa “Mercado Libre” retrató que para mayo de 2020, la cantidad de usuarios nuevos registrados en su plataforma de comercio electrónico se había incrementado en un 40%. Y su plataforma de pagos electrónicos, Mercado Pago, registró un crecimiento de un 71%, en lo que refiere a pagos de servicios, y de un 66% en transferencias. La “Cámara Argentina de Comercio Electrónico”, por su parte, detalló que el aumento interanual del rubro fue de un 124%, en términos de facturación, y de un 84% en lo que respecta a la cantidad de órdenes de compra formuladas.

Otro estudio mencionado es una encuesta realizada por la empresa “Google” que en octubre de 2020 reveló que casi un tercio de los argentinos encuestados, que habían realizado compras en línea en el último año, concretaron su primera operación durante el periodo de pandemia. A ello se suma lo que sostuvo por el Banco Central de la República Argentina. Durante el año 2020 se registró un 19% más de operaciones por medios electrónicos que en el 2019, mientras que las transferencias electrónicas se acrecentaron en un 90%.

Una tendencia en alza

El informe elaborado por la unidad es claro al sostener que en cuanto a las maniobras informáticas “la tendencia tiene una dirección clara al alza” que es “no solo en lo que respecta al número de casos, sino también, al surgimiento de nuevas modalidades delictivas”.

Lo que, teniendo en cuenta que la pandemia aun no finalizó, podría “a continuar incrementándose en la medida que más personas se ven forzadas a migrar a las nuevas tecnologías para llevar a cabo sus diversas actividades cotidianas”. “La situación retratada (…) con relación a los doce meses de pandemia, será solo el punto de partida de lo que vendrá”, advierten en el informe.