La semana pasada se llevó a cabo la segunda edición de los “Encuentros 4.0” organizada por la empresa Telecom, en base a la temática “Delitos en entornos digitales: los desafíos de la justicia”, en el que participaron profesionales y referentes de la justicia nacional e internacional.
Entre los expositores estuvo Marcos Salt, director del postgrado de Actualización en Cibercrimen y Evidencia Digital de la Universidad de Buenos Aires, que enfatizó que “el ciberdelito creció porque hemos trasladado nuestra vida al mundo digital y evidentemente también hay un traslado del delito a ese mundo”.
“También creció la prueba de todos los delitos, de un homicidio, fraude, tiene evidencia digital, y el problema que tiene la prueba digital es que no tiene fronteras, si tengo un caso de fraude o abuso en Argentina, pero el servidor puede estar en España o Chile, se necesita un acceso transfronterizo a la prueba que está ubicada en esa jurisdicción”, consideró.
Además, participó el fiscal federal a cargo de la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia, Horacio Azzolin, quien explicó que “los fraudes fueron los delitos que más se detectaron, más allá que todo lo que tiene que ver con los ataques a niños y niñas creció mucho por el aislamiento que generó la pandemia”.
“Los ataques a las cuentas de bancos y a las billeteras digitales fue fundamentalmente lo que más creció, la gente tiene el dinero ahí y las organizaciones criminales fueron a buscarlo”, especificó el fiscal y advirtió que “también hubo ataques a las plataformas sociales, a las mensajerías, que sirven para comentar los otros fraudes”.
Por su parte, el juez nacional en lo Criminal y Correccional y especializado en investigación de cibercrimen, Manuel de Campos, remarcó que “muchas veces no se denuncia por vergüenza de la víctima o por el bajo monto, hay muchos fraudes de ese tipo y se cuenta con los medios para investigarlos”.
“Lo que faltan son recursos técnicos, un poco que arreglarse con lo que hay, lo mínimo y esencial de tecnología, y serían necesarios para ir más rápido en las investigaciones. Muchos análisis se hacen de forma manual y no automatizada, hay pocas unidades de algunos especialistas y hay una especie de cola en la que esperar hasta que mandan la información”, aclaró.
Los delitos de ese tipo, durante la pandemia, fueron denunciados un 565% más que antes de ese periodo, se registraron al menos un 655% más de fraudes en línea y aumentó 373% la difusión no autorizada de imágenes.
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