La violencia machista no da tregua. Recién comienza el 2022 y ya fueron registrados 28 femicidios y 2 transfemicidios. Como consecuencia, 22 niños y niñas perdieron a sus madres.
Son datos brindados por el Observatorio Ahora Que Sí Nos Ven y, cabe destacar, sólo contabiliza los casos que han logrado trascender en medios de comunicación gráficos y digitales de todo el país.
Además, se han identificado 22 intentos de asesinatos a mujeres por razones de género, y es relevante marcarlos ya que “los intentos son parte de un proceso de violencia que por distintas circunstancias no llegaron a la muerte”, pero que “son casos en los que se debe hacer foco desde el Estado, que tiene la responsabilidad de proteger a esas mujeres en esta oportunidad”, según explica el Observatorio en un comunicado.
El peligro sigue en casa
Tal como expusieron informes anteriores, el mayor peligro de muerte para las mujeres está en su propia casa: el 54% de los femicidios es cometido por las parejas y ex parejas de las víctimas. Asimismo, el 11,3% es cometido por un familiar y el 9,8% por un conocido, lo cual arroja que el 75% de los femicidios son llevados a cabo por alguien del círculo íntimo de la víctima.
A pesar de que se cree que los mayores riesgos de las mujeres los corren al salir a la vía pública, resulta que, por el contrario, el peligro convive con ellas: en el primer mes del 2022, al igual que en todo 2021, la mayoría de los casos, es decir el 60%, ocurrieron en la vivienda de la víctima, que en muchos casos comparte con el agresor.
Igualmente, el 28,6% tuvieron lugar en la vía pública, “lo cual evidencia la impunidad y el poder con el que actúan los agresores, quienes creen que están avalados para ejercer violencia a la posible vista de todxs”. "En este sentido, debemos apelar al compromiso de todxs, desde el Estado, pero también de la sociedad en general. Amigxs, vecinxs, familiares, atentxs e involucradxs para acompañar a las víctimas de la violencia machista”, opina el escrito.
Métodos del femicidio
En enero se registró que en un 46,4% de los casos se utilizó un arma blanca para cometer el femicidio, mientras que el 21,4% de los agresores accedieron a armas de fuego para ejecutar a la víctima.
“Entendemos que las armas blancas son de fácil y cotidiano acceso y no se puede regular su tenencia, pero sí se puede reforzar el control de la posesión de las armas de fuego, sobre todo si el agresor pertenece a las fuerzas de seguridad”, especifican las autoras del informe. Y agregaron: “En el primer mes del año ya hemos observado que en 1 caso el femicida era policía, hecho que refleja la necesidad de restringir la tenencia de armas de fuego en casos en que personas pertenecientes a las fuerzas de seguridad y armadas tengan denuncias de violencia machista”.
Sobre este punto, hicieron hincapié en la necesidad urgente de formación en perspectiva de género y derechos humanos de las fuerzas de seguridad, “no sólo para romper con las complicidades con los agresores que pertenecen a la institución, sino también para no desproteger a todas las mujeres”.
Esto está fundamentado tras el alto porcentaje de hombres que pertenecen a las fuerzas de seguridad y se registran como femicidas en informes de años anteriores.
Denuncias previas
En lo que va del año, el 14% de las víctimas ya había realizado al menos una denuncia y sólo el 7% tenía una medida de protección judicial. "Sabemos que denunciar en situaciones de violencia es difícil por la complejidad del contexto, en el que muchas veces se siente vergüenza y desconfianza, por esto es que es fundamental una reforma dentro de la Justicia", señalan las autoras. Y sobre este punto argumentan que si sólo la mitad de las mujeres que denunciaron tuvieron una respuesta judicial que encima no fue controlada por la policía ni fue impedido su femicidio es porque falta la formación, el compromiso y el presupuesto.
“Entendemos que la violencia machista y su punto más extremo, los femicidios, forman parte de un entramado cultural y social sostenido hace miles de años por la desigualdad entre mujeres, diversidades sexuales y varones”, explica el comunicado. Y cierra: “Erradicar las violencias y desigualdades debe ser un compromiso y un interés de todxs, no sólo de quienes podemos ser asesinadxs”.
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