La Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad informó que, desde el reinicio de los juicios por crímenes de lesa humanidad ocurridos durante la última dictadura cívico militar, al menos el 15 por ciento de las sentencias fueron por el ejercicio de violencia sexual perpetrado por los genocidas.

Este tipo de delito no es una novedad en los relatos de los sobrevivientes de los centros de detención clandestinos en el país. Y si bien la mayoría de las denunciantes fueron mujeres, hubo una gran cantidad de hombres que declararon haber sido víctimas de delitos sexuales por parte de los represores. Cabe destacar que, durante el 2020, se estableció en las 36 sentencias dictadas ese año que 112 fueron mujeres y 24 varones.

María Ángeles Ramos, fiscal federal a cargo de la procuraduría especializada, detalló que son 140 los condenados, de un total de 1058, los que tienen una condena por delitos sexuales desde la primera, ocurrida en el 2010. Las dos siguientes se dictaron en el 2012, y en el 2013, 2017 y 2018 fueron los años en los que más creció el número de sentenciados.

Fue en el 2006 cuando el Estado reinició el juzgamiento de los crímenes ocurridos durante dicho periodo, y desde ese año hasta el final del 2021 se han dictado 273 sentencias, de las cuales 41 de ellas se abordaron delitos relacionados al ejercicio de la violencia sexual en ese contexto.

Al respecto, hubo una resolución en el 2012, la PGN 557/2012, que instruyó a los fiscales que investigaban los casos para que apliquen, en las consideraciones, dichos delitos autónomos para identificar y visibilizar a los responsables.

“Los abusos sexuales cometidos en el marco del terrorismo de Estado aún no reciben el tratamiento jurídico adecuado en la práctica judicial”, expresó el documento y explicó que “es claro que los abusos sexuales cometidos como parte de un ataque generalizado o sistemático contra la población civil son crímenes contra la humanidad”.

Además, se detalló que “no resulta correcto subsumir los hechos solamente en la figura de ‘tormentos’”. “Los abusos sexuales son delitos de dominio que admiten las mismas formas de autoría y participación que otros delitos como los tormentos, homicidio”, aclaró la resolución de ese momento.