Macarrón ocupó toda su declaración en victimizarse, desplegando un show de lágrimas y pañuelos de papel, según los periodistas que acompañaron la declaración en sala.
Sin embargo, no hay grabaciones ni fotos del testimonio porque el tribunal dispuso que un policía custodiara el televisor de la sala de prensa, que transmite en circuito cerrado, para que ningún periodista acercara su grabador o teléfono celular y tomara registro sonoro de lo que decía el acusado de ordenar el crimen de su esposa.
Se trata de otra curiosidad más en un caso donde pasaron cinco fiscales, renunció un fiscal General de la Provincia, algunos comisarios fueron sumariados por entorpecer la investigación, uno delos fiscales tuvo imputado como autor del asesinato durante varios años al hijo de Nora, Facundo Macarrón, al mismo tiempo que mantenía en la misma situación a un pintor que había estado trabajando en la casa del country Villa Golf; el mismo pintor motivó una pueblada conocida como ‘el peregilazo’ cuando fue encarcelado, protesta que derivó en su liberación mientras la fiscalía actuante lo mantenía imputado.
Además, Marcelo Macarrón primero fue imputado como autor directo, acusación basada en la llamada prueba genética (semen en el cuerpo de Nora), pero posteriormente otro fiscal lo acusó de ser el autor intelectual, medida que terminó elevando la causa a juicio. Pero nunca estuvo detenido.
Testimonio
“Macarrón hizo su show”, dijo el periodista Hernán Vaca Narvaja, que siguió la causa desde un comienzo y es quien más conoce los pormenores de la investigación.
Sentado frente a los jueces, y dando su perfil al jurado popular, el viudo relató fueron sus padecimientos. “En el calvario de estos 15 años, por estrés me colocaron un stent. Yo era deportista, nunca había tomado nada. Ahora estoy con tratamiento psiquiátrico y psicológico permanente igual que mis dos hijos”, se lamentó el acusado, de 62 años.
Cuando lo interrogaron sobre sus familiares, se encargó de remarcar que “mi padre falleció a los seis meses de la imputación de mi hijo y mi padre a los seis meses de mi imputación”.
También dijo que consultó a su psiquiatra antes de declarar. “Me aconsejó que declare porque siempre dije la verdad, porque soy inocente”, añadió. Y luego dijo haber tenido pensamientos suicidas: “Veía que no podía levantarme a la mañana, algunas veces pensé en suicidarme, después veía a mis hijos, Valentina de 16 y Facundo de 19 y que mi futuro era darle estudios, igual pensamiento teníamos con mi mujer. Gracias a la ayuda de mis suegros y de mis padres pude salir adelante”.
Macarrón rechazó la imputación que pesa en su contra y adujo el juramento hipocrático (es médico) para fundamentar su inocencia. “Juré defender la vida, es descabellado pensar que sea un asesino”, ignorando que no es el primer médico en la historia acusado de un crimen.
“En 40 años de medicina, siempre luché por la vida, donde me llamaban iba y atendía, no me importaba la hora ni la plata. En los últimos tres años empecé con un temblor esencial por estrés. Entro a cirugía sólo con compañeros. Eso me destruyó también. Estos años de calvario me han destruido”, aseguró y se excusó de continuar declarando, víctima de un ataque de llanto. “No doy más”, dijo y el tribunal pasó a cuarto intermedio.
Prueba genética
La defensa técnica de Macarrón está a cargo del abogado Marcelo Brito, quien relativizó durante la audiencia –como hecho más destacable- la prueba genética que desde el comienzo forma parte del expediente.
En tanto, el fiscal de Cámara, Julio Rivero, recordó en la presentación del caso la violencia mediática y social sufrida por la Nora Dalmasso en todos estos años. Asimismo, alrededor del fiscal no descartan que Rivero impulse en cambio de carátula por el de autor del asesinato, de entender que el material probatorio y testimonios así lo ameriten.
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