Dar mensajes de impunidad es peligroso. La violencia machista existe y persiste por el velo de impunidad con el que los agresores se cubren.
El pasado jueves 19, el titular de Boca Juniors, Sebastián Villa, fue imputado por presunto abuso sexual con acceso carnal de una joven, ocurrido en el 26 de junio de 2021 en su casa de un country del partido bonaerense de Canning, y por intento de femicidio.
Sobre Villa pesan ya dos causas por violencia de género. Sin embargo, Villa se lució en el partido del pasado domingo 22, donde Boca se consagró campeón ante un 3-0 frente a Tigre en el marco de la Copa de la Liga Profesional del fútbol argentino.
El fútbol fue más importante que la Justicia; el peso de la tradición más arraigada al gen argentino fue más fuerte que la premisa de que un jugador imputado no debería haber jugado esa final. Hasta entonces, tampoco desde la dirigencia del club hubo un posicionamiento claro respecto a este tema. Un peligroso silencio cubrió los alrededores de un Villa para entonces ya imputado.
Tras la insistencia de algunos medios de comunicación en la importancia de que el club se pronunciara al respecto de este caso, el vicepresidente de Boca Juniors, Juan Román Riquelme, estibó: "Cuando la Justicia dictamine el club tomará las medidas que tenga que tomar, como corresponde".
"El futbol es una cosa, el otro tema es diferente. Odiamos el otro tema, lo repudiamos. Yo soy una persona normal y me expreso así, cuando hablamos de fútbol hablamos de fútbol, esto es otra cosa", agregó.
Esa “otra cosa” a lo que Riquelme se refiere es, en definitiva, violencia naturalizada. La violencia de género en el fútbol es casi parte de su folklore. Se ve desde los cánticos de las canchas, en los diarios deportivos, en el escaso y reciente espacio de participación que se les da a las mujeres dentro y fuera de la cancha. Es una costumbre y tradición más arraigada a los hombres, a la masculinidad y, como tal, es intocable. Al menos hasta ahora. La misma hinchada, durante el partido, abucheó cada vez que Villa tocaba la pelota
Queda claro que la ruptura de los paradigmas conservadores y patriarcales empieza como un reclamo en el campo popular hacia las instituciones. Por esto, frenar el mensaje de impunidad que se da en torno a la violencia de género es la piedra fundacional para que las instituciones reaccionen acorde. No es lo ideal, es lo posible.
Las causas de Villa
La situación judicial del delantero xeneize es delicada. EL juez Javier L. Maffucci Moore del Juzgado de Garantías nro. 2 Depto. Judicial Lomas de Zamora (Esteban Echeverría), comentó a este medio que, hasta el jueves 26, “la única actuación de este juzgado ha sido tener presente el pedido de eximición de prisión formulado por la defensa, adoptar una medida cautelar de impedimento de contacto de Villa hacia la víctima, y hacer lugar a un pedido de orden de presentación de la Ufi dirigido al Hospital Penna”.
Aquí comienza un capítulo engorroso pero definitorio para el caso de Villa, ya que el pasado viernes 20, se presentó en la fiscalía de Esteban Echeverría la médica del hospital Penna que atendió a la mujer que denunció al futbolista.
La denunciante había contado que, al día siguiente del supuesto abuso, se presentó en ese centro de salud y la profesional que la revisó le confirmó que tenía “lesiones compatibles con abuso sexual”.
Sucede que la médica también dijo no recordar haber atendido a la víctima. Saber si miente o dice la verdad es clave para corroborar si existe algún tipo de influencia externa para manipular el caso.
Ante esto, el juez completó: “La fiscalía ha recibido diversos testimonios, el particular damnificado a través de sus abogados aportó capturas de pantalla de conversaciones vía una red social. La fiscalía, además, pidió informes a la policía. Se recibió un certificado médico del Hospital Penna y se realizó un informe psiquiátrico la víctima. Falta que llegue el informe del perito de parte propuesto por la Defensa”.
Igualmente, ante las incongruencias de los testimonios de la médica, el abogado de la defensa, Roberto Castillo, impulsa una denuncia por falso testimonio.
“La médica fue citada a prestar declaración la semana pasada pero no recuerda si ella fue quien atendió a la víctima”, aseguró Castillo. Y adhirió: “Cuando comencé a hacer preguntas se le cortó el vídeo a la entrevistada, fue una situación extraña”.
Castillo especificó también que la denunciante dijo que un abogado se contactó con la médica para orientarla en la causa: “Un abogado no debe asesorar a alguien que no está imputado en alguna causa”.
“Es raro que el abogado se haya acercado a ella y no a la inversa”, completó.
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