"Bravo y sus cómplices conspiraron para matar a 19 prisioneros desarmados", afirmó en Estados Unidos en la primera jornada del juicio, Ajay Krishnan, abogado de la parte demandante en el juicio civil que tiene como acusado al exmarino argentino Roberto Guillermo Bravo, radicado en ese país, acusado de acusado de ser partícipe de la "Masacre de Trelew".
El proceso, que se desarrolla en una Corte del distrito sur de Florida, Estados Unidos, investiga lo ocurrido en 1972. Según los demandantes, el acusado participó en la conspiración que terminó con el asesinato de 19 prisioneros desarmados.
Los familiares de cuatro víctimas, Eduardo Cappello, Rubén Bonet, Ana María Villareal de Santucho y Alberto Camps, son quienes llevan adelante la parte acusatoria y esperan que, además del juicio por el hecho, se resuelva la extradición de Bravo.
En el juicio, el martes, según reveló Luciana Bertoia en Página 12, Bravo confesó: "Yo abrí fuego", dijo el represor acusado de la masacre de Trelew que se refugió en los Estados Unidos durante 50 años desde la madrugada de aquel 22 de agosto de 1972, donde fue uno de los marinos que entró con sus armas al lugar donde estaban los 19 detenidos y detenidas y abrió fuego. “Hace 50 años que no pensaba en esto", recordó en el juicio donde confesó que "vació el cargador".
Después de la Masacre de Trelew, la Armada protegió a sus fusiladores. A Bravo lo mandaron como agregado militar a Estados Unidos. Dijo que fue supuestamente a formarse, pero también dijo que lo enviaron para que no hubiera “venganza” contra su familia, lo que, de alguna manera, demuestra que la Marina buscó protegerlo. Llegó a Washington el 15 de mayo de 1973, diez días antes de que asumiera el gobierno Héctor Cámpora.
El Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y el Center for Justice Accountability (CJA), un organismo de derechos humanos estadounidense, son quienes desarrollan la estrategia acusatoria. Por su parte, Bravo tiene como defensa a Steve Davis.
Al respecto, el abogado Krishnan en el proceso hizo hincapié en lo ocurrido el 22 de agosto de 1972, en la base aeronaval Almirante Zar de Trelew, cuando fueron asesinados los 19 presos detenidos por cuestiones políticas ya que pertenecían a ERP, FAR y Montoneros. Los mismos habían tenido un intento de fuga del penal de Rawson, en Chubut.
A excepción de tres sobrevivientes, todos fueron fusilados por personal de la Armada.
Krishnan aseguró que los militares "encubrieron los eventos", y explicó que como "parte del plan, enviaron a Bravo a los Estados Unidos como asistente militar". "Bravo y sus cómplices conspiraron para matar a 19 prisioneros desarmados"; subrayó y explicó que la argumentación de "en defensa propia, es falsa".
"Mientras las familias de las víctimas tuvieron que vivir escapando, Bravo estuvo viviendo con toda comodidad en Miami", enfatizó el letrado y consideró que sus "clientes merecen justicia y compensación".
En tanto, el defensor de Bravo argumentó que "este caso es sobre los actos (de Roberto Guillermo Bravo) para protegerse ante un incidente súbito", y señaló que fue “una tragedia, pero fue un accidente, no una ejecución". "La reacción de disparar fue instintiva y tomó una fracción de segundo", describió.
Cabe recordar que el juicio comenzó en el 2009, cuando los familiares que impulsan el proceso lograron que la justicia considerara al hecho como un delito de lesa humanidad, por ende, no está prescrito lo ocurrido.
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