La Masacre de Trelew ocurrió el 22 de agosto de 1972 en la base Almirante Zar de la Armada y este año, a casi 50 años del hecho, la justicia estadounidense, puntualmente una corte del estado de Florida, condenó al exmarino Roberto Guillermo Bravo a pagar una indemnización de 27 millones de dólares a familiares de las víctimas que hasta hoy piden justicia por los asesinatos.
En diálogo con Télam, la hija de uno de los sobrevivientes, Raquel Camps, hija de Alberto Camps, consideró que lo ocurrido representó "un proceso histórico" y consideró que "se terminaron 50 años de impunidad" y se dio "un paso más" en referencia al pedido que realizan los familiares de extradición.
Fue a principios de julio cuando se emitió la sentencia del juicio civil que juzgó el accionar de ex militares en la masacre de 16 presos políticos en la base Almirante Zar de la Armada. Tardó dos años la demanda en hacerse efectiva, los familiares de las víctimas Eduardo Cappello, Rubén Bonet, Ana María Villareal de Santucho y Alberto Camps, comenzaron el proceso legal el octubre de ese año.
Por su parte, Bravo fue considerado culpable por ejecuciones sumarias y torturas. Al respecto, Raquel enfatizó: “Fue histórico y un logro impresionante finalmente sentar en el banquillo a Bravo. La única lucha que se pierde es la que se abandona y nosotros no bajamos los brazos. Tengo la esperanza de que la magnitud de este proceso sea un impulso grande para poder extraditarlo".
Además, aseguró que con el fallo pudo sentir la voz de su padre que “habían callado hace 45 años", y explicó que “la prescripción era un tema que nos podía perjudicar porque podíamos haber presentado la denuncia en 2008, pero en ese momento pedimos la extradición que fue negada en 2010”.
“Tuvimos que argumentar que teníamos poca información en un principio y el miedo que siente uno de enfrentar a un genocida que vivió toda su vida impune y amparado en Estados Unidos, donde se hizo millonario", recordó Raquel.
Cabe mencionar que el jurado llegó a una decisión unánime. Al respecto, la hija de Camps destacó que “no hubo dudas. A mitad de la semana el jurado estaba decidido, después de escuchar a Bravo explicar cómo masacraron a 16 personas en un pasillo chiquito”.
En cuanto a la estrategia del genocida, que se basó en asegurar que fue en defensa propia, señaló que “era imposible refutar eso”. “Cuando estábamos sacando las banderas de los familiares de Trelew y empezamos a cantar bajaron dos integrantes del jurado y nos saludaron. Le dijimos 'Gracias' porque hicieron historia junto con nosotros", relató.
"Volver siempre a la historia es fuerte, pero fuimos a representar a todos ellos. Pude continuar con el pedido de justicia que mi padre mantuvo durante los cinco años que estuvo vivo", concluyó Raquel.
Los fusilados en Trelew
Alejandro Ulla (PRT-ERP)
Alfredo Kohon (FAR)
Ana María Villarreal de Santucho (PRT-ERP)
Carlos Alberto del Rey (PRT-ERP)
Carlos Astudillo (FAR)
Clarisa Lea Place (PRT-ERP)
Eduardo Capello (PRT-ERP)
Humberto Suárez (PRT-ERP)
Humberto Toschi (PRT-ERP)
José Ricardo Mena (PRT-ERP)
María Angélica Sabelli (FAR)
Mariano Pujadas (Montoneros)
Mario Emilio Delfino (PRT-ERP)
Miguel Ángel Polti (PRT-ERP)
Rubén Pedro Bonnet (PRT-ERP)
Susana Lesgart (Montoneros)
Los heridos, que lograron sobrevivir a la masacre y que dieron testimonio de los hechos, fueron luego asesinados durante el gobierno militar subsiguiente autodenominado Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983):
Alberto Miguel Camps (FAR - Muerto en 1977)
María Antonia Berger (FAR - Desaparecida en 1979)
Ricardo René Haidar (Montoneros - Desaparecido en 1982)
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