La última dictadura cívico-militar se caracterizó por su brutal sistema de represión ilegal, secuestros, torturas, vejaciones, violaciones y asesinatos, además de otras acciones igual de tremendas, contra una importante porción de la ciudadanía. Entre las víctimas se encontró una parte del colectivo trans de la época que, luego de muchos años, comenzó un proceso de reconocimiento tanto social como estatal.
El caso de Karina Pintarelli, de 64 años, fue trascendental. Luego de que el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación le dio lugar a su reclamo, es la primera mujer trans en recibir este reconocimiento y una histórica reparación por parte del Estado Nacional.
Durante esa época, fue detenida muchísimas veces debido a su identidad de género como único motivo. Por tal razón, recibirá el beneficio previsto en la Ley 24.043 para personas detenidas por motivos políticos.
En diálogo con los medios, ella relató que sufrió “mucha tortura, muchos días en calabozos”, y recordó que “era detenía por días hasta el traslado a Devoto, al pabellón de hombres”. En esa línea, explicó que cuando era apresada sufrió porque al ingreso una forma humillarla era “cortar el pelo, bien rapada”, y subrayó lo difícil de salir a la calle y “tratar de recuperar la vida, pero salía de casa y era otra vez detenida”.
“Me ocultaba”, subrayó sobre esa época.
Fue en el 2020 cuando se presentó la solicitud de reparación ante la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación. Y dejó constancia de la violencia sufrida en esa época por la aplicación sistemática de los Edictos de la Policía Federal Argentina.
Los incisos 2F y 2H a partir de 1976, apuntaban directamente a la criminalización de la identidad de género. Al respecto, la organización AboSex expresó que es un “reconocimiento histórico de la violencia por motivos políticos y de odio de género”, y consideró que “dará lugar a la reparación integral de todas las violencias institucionales que padeció”.
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