Se lanzó hace unos días el Proyecto Hodor, un sistema de inteligencia artificial (I.A) que desarrolló el Departamento de Inteligencia Artificial de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación. De esta forma, se implementó en el Poder Judicial el primer programa que busca rediseñar e incorporar tecnologías que potencien los trámites judiciales.
Dicho sistema ya está en funcionamiento y, según informaron desde el organismo, seguirá con su crecimiento hasta abarcar la mayor cantidad de Foros y estratos administrativos del Poder Judicial. Al respecto, Tiempo Judicial charló con Fernando Cordero, Secretario de Tecnología y encargado del Proyecto Hodor.
Cordero, explicó que la idea “nació producto del colapso que se incrementó post pandemia en el Foro Civil”, y reconoció que “ya venía con una dificultad en el trabajo importante. Con la llegada de la justicia digital se terminó de colapsar. Comenzamos a incumplir incluso nuestro propio plazo procesales para dictar resoluciones”.
“En ese escenario, comenzamos a pensar formas de agilizar nuestra tarea de despacho para economizar tiempos”, recordó y señaló que fue “todo esto en el de las nuevas tecnologías, pero esa agilización de tiempos, entendemos, siempre se tiene que dar con el ser humano como protagonista”.
Asimismo, enfatizó que “en ese contexto se comenzó a buscar qué tipo de despacho se podría empezar a implementar la I.A para automatizar”, y aclaró que la intención era “ahorrar tiempo tanto en nuestra función como en el tiempo de la justicia”.
Al respecto, remarcó: “La justicia es una virtud humana y resuelve conflictos humanos. De ninguna manera puede ser el resultado de un algoritmo. Nuestra intención con la I.A es poder automatizar todos los despachos engorrosos, simples, y que realmente no implique un análisis jurídico de la persona, y de esta manera liberar tiempo para poder, como humanos, abocarnos con una plenitud mental mucho mejor a las resoluciones y actos judiciales de trascendencia para el proceso”.
En esa línea, explicó que “el primer despacho es el de los procesos sucesorios. Lo que hicimos fue buscar todas las posibilidades procesales que se puedan presentar en la totalidad o la gran mayoría de los supuestos”, y destacó que “se buscó armar un árbol de decisiones”.
“Es decir, tener todas las posibilidades procesales de resoluciones, que son más de cien, y ponerlas todas en un programa. Esto se va haciendo como el clásico ‘Sigue tu Propia Aventura’. Se marcan preguntas preestablecidas que llevan a que, con la decisión humana, se elija el caso que está frente a sus ojos”, detalló.
En tanto, subrayó que las pruebas realizadas fueron un éxito, ya que los trámites que tardaban antes más de 15 minutos se lograron hacer en tres, un ahorro de tiempo considerable. “Insisto, hay un límite para los programas. Creamos el departamento de inteligencia artificial para diseñar los programas, pero siempre con el ser humano como protagonista, y ellos como asistentes. no queremos reemplazar ni quitar la innovación y estancarnos”, concluyó.
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