Miguel Piedecasas es doctor en Ciencias Jurídicas, ex presidente del Consejo y en estas elecciones del 18 de octubre se vuelve a postular por la lista 3 “Abogacía por una Justicia Independiente” junto a Jimena De la Torre, actual consejera. Ya fue consejero y presidente del organismo y vuelve a la carga en un organismo más grande y complejo presidido por el presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti.

¿Cómo fue su vuelta a ser candidato y cómo será volver al Consejo para representar a los abogados del interior del país?

¿Cómo se gestó mi vuelta? Nosotros venimos participando hace 20 años en un espacio de la abogacía argentina con candidatos como Luengo, Ostropolsky y Marina Sanchez Herrero y ahora se consideró oportuno, conveniente y justo que encabezara una lista de nuestro espacio esta vez confluyendo con otras expresiones de la abogacía argentina donde tenemos principios y objetivos comunes.

Y en ese sentido estoy con una expectativa muy optimista en volver a representar a la abogacía en el Consejo porque este desafío con 20 miembros es más equilibrado con la presidencia del presidente de la Corte Suprema de Justicia lo que implica un gran desafío junto con la representación de las segundas minorías legislativas y una mayor cantidad de representantes con un padrón único. El compromiso con la Constitución Nacional y con la República es el mismo que en la primera etapa que me tocó ser consejero y ser presidente en dos oportunidades.  

Quiero destacar a los representantes de nuestra lista conformada por representantes de distintos espacios de la abogacía como Jimena de la Torre, Juan Pablo Zanetta, Adriana Donato de Capital, el doctor Marchesini de Córdoba, la doctora Sarmiento de San Juan así como el doctor Maques de Capital en una lista muy representativa de la abogacía argentina en una elección que deber ser masiva el próximo 18 de octubre con el compromiso y la participación de los abogados y abogadas de todo el país.

¿Cuáles son los principales problemas de la Justicia que planteará como consejero por su estamento?

Los principales problemas que identificó en la gestión del Consejo es la gran cantidad de vacantes existentes y esto implica un mayor compromiso con los procesos de selección de magistrados y magistradas con la mayor transparencia posible. En segundo lugar, trabajar para la modernización del Poder Judicial nacional y federal con herramientas como la incorporación de la inteligencia artificial a los procesos judiciales. En tercer lugar, respecto de la conducta de los magistrados, vamos a bregar por la mayor celeridad posible en el análisis de su desempeño y conducta ya que ellos representan la garantía última de los derechos y garantías individuales y de la sociedad. Así como necesitamos magistrados probos, honesto y trabajadores que brinden justicia en el tiempo oportuno y de calidad. Así como debe acentuarse la capacitación de magistrados y magistradas para tener un contenido de calidad porque es lo que reclama la sociedad.

En cuarto lugar, creo que hay que implementar los sistemas de control de gestión a través de las herramientas tecnológicas con datos estadísticos de procesos judiciales para detectar juzgados o tribunales con atrasos importantes. Estos sistemas pueden ayudar con la llamada duración irrazonable de los procesos judiciales. En quinto lugar, es necesario reformular las auditorías en áreas sensibles del sistema de justicia como delitos de corrupción, contra la administración pública y narcotráfico así como áreas donde la sociedad reclama celeridad como los temas de seguridad social y por último introducir en el debate la eficiencia de los recursos económico y financieros del Poder Judicial nacional y federal.

¿Cómo ve la negociación política en un Consejo de 20 integrantes presidido por la CSJN para que salgan los concursos?

Entiendo que la presidencia del presidente de la Corte en el Consejo resulta positiva por el CM es un órgano permanente del Poder Judicial y no tiene sentido que la CSJN no lo integre. Es más, debe integrarlo y debe presidirlo porque le da un orden jurídico adecuado y soy optimista de lograr los consensos necesarios para que funcione adecuadamente con una experiencia importante en 2018 con récord de elevación de ternas con diálogo, consenso, trabajo y compromiso institucional.

Así como también estoy en contra del proyecto que ya tiene media sanción del Senado que pretende modificar el Consejo de la Magistratura para sacar al presidente de la Corte, Horacio Rosatti, y quitarle representación a las segundas minorías legislativas. Reivindico que el representante de la academia sea elegido por el voto de sus pares y no por elecciones indirectas. De esta manera, dejó aclarado que estoy de acuerdo con la conformación de 20 miembros y no de 17 miembros como este proyecto plantea por entender que la única finalidad es sacarle al presidente Rosatti y neutralizar la elección directa de las universidades porque esa elección le brinda legitimación.

¿Qué opinión le merece la ampliación de la Corte Suprema?

Respecto de la ampliación de la Corte Suprema que ya tiene media sanción creo que es inoportuno y que pretende condicionar o perturbar su funcionamiento porque carece de sustento jurídico constitucional. Lo que el Gobierno debe hacer es conseguir los consensos necesarios para cubrir la vacante de la Corte con una mujer de alto prestigio  y reconocimiento en la sociedad porque es una deuda que tiene el Gobierno con la sociedad y con el Poder Judicial.

Además no entiendo cómo se pretende una celeridad en los procesos con una Corte de 15 miembros en vez de en una Corte de 5 miembros ya que el expediente deberá pasar por 15 vocalías en vez de 5 y no se justifica el incremento del gasto público porque la estructura de la CSJN  se va a multiplicar por tres. Por eso planteo mi desacuerdo con el proyecto de ampliación del Máximo Tribunal de la forma planteada.

¿Cuál es la verdadera Reforma Judicial?

La reforma judicial debe partir de un estudio completo, serio y profundo del mapa judicial de la Argentina con todos los actores de la sociedad y la comunidad jurídica con la actualización de las normas anacrónicas que perturban el buen funcionamiento de la Justicia. En este sentido, creo que debe implementarse en forma total el Código Procesal Penal Federal, deben modernizarse los procesos civiles, debe darse respuesta a los procesos previsionales y laborales, y deben implementarse la modernización de la Justicia con herramientas tecnológicas para el avance en la transparencia, en la eficiencia, en la duración y en la publicidad de los procesos judiciales.

L a reforma judicial también debe pasar por la capacitación permanente y de excelencia y con sistemas de control de gestión con un plan estratégico que comprenda todos los aspectos de la Justicia gradual defiendo los principios de la independencia del Poder Judicial y la eficiencia del servicio de Justicia. Una reforma debe ser consensuada con todos los sectores judiciales y adecuado a las necesidades de la República alejados a cualquier pretensión de tornar al Poder Judicial en pos de intereses personales o sectoriales legislando.