Once acusados, nueve de ellos policías, enfrentan desde este lunes un juicio por la desaparición forzada y asesinato del peón rural Luis Espinoza, ocurrida en mayo de 2020 en la provincia de Tucumán. El Tribunal Oral en lo Criminal Federal tucumano será el encargado de juzgarlos por los hechos y también por la privación ilegal de la libertad del hermano de Luis.

Por los hechos serán juzgados nueve policías de comisaría de Monteagudo, Rubén Montenegro, José Morales, Miriam González, René Ardiles, Víctor Salinas, Carlos Romano, José María Paz, Gerardo González Rojas y Claudio Zelaya. Y los civiles Héctor Villavicencio, quien oficiaba como vigía, y Álvaro González.

Este lunes iniciaron las audiencias en el juicio que lleva adelante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Tucumán. Varios de los acusados se negaron a declarar y se adjuntaron sus declaraciones realizadas en la etapa de instrucción. En el caso de uno de los imputados, Morales, el acusado de ser quien disparó a Luis, su defensa dijo que se trató de “dispersar una carrera cuartera” que el personal “seguía órdenes” sin intención de matar.

Otro que se sentó ante el estrado este lunes fue Zelaya, quien aunque no declaró ya anticipó que lo hará mañana martes. Es quien brindó datos sobre donde fue llevado el cuerpo de Luis luego del asesinato. Al igual que varios de los acusados, cuando declararon en instrucción, sostienen que Montenegro (comisario de Monteagudo) amenazó a todos para esconder el cuerpo.  

La desaparición, el asesinato

El 15 de mayo de 2020, en plena pandemia, Espinoza se encontraba junto a su hermano Juan Antonio cerca de un lugar donde se realizaban carreras de caballos en la zona rural de Monteagudo, en Simoca. Habían ido a cobra plata por un trabajo y al regreso se quedaron a observar lo que allí pasaba.

Hasta allí arribaron policías de la comisaria de Monteagudo para dispersar a las personas debido a que por ese entonces regían las medidas de aislamiento preventivo por la pandemia de Coronavirus. Según consta en el expediente el hermano de Luis, Juan, cayó de su caballo tras ser alcanzado por los policías y comenzó a ser golpeado brutalmente en el piso.

Luis, por su parte, comenzó a gritar para que dejaran de golpear a su hermano y uno de los oficiales le apuntó y disparó con su arma reglamentaria. “Realizó un disparo directo que impactó en el espacio intercostal izquierdo de la víctima”, se afirmó en el expediente. Luis fue llevado a la comisaria y, ya muerto, su cuerpo fue desnudados y dejado en la base un mástil.

Después el cuerpo fue envuelto en una frazada, con bolsas de residuos y cintas de embalar, y lo llevaron a unos 120 kilómetros de Monteagudo, ya en la provincia de Catamarca, donde fue arrojado a un acantilado. Cinco días después el cuerpo fue encontrado porque dos de los efectivos implicados hablaron.

Claudia, hermana de Luis, dijo que “dos años llevamos luchándole” y agregó que “no nos podemos resignar. Estamos ansiosos para que a los asesinos los condenen y su alma descanse en paz”. “Esperamos que la Justicia le de lo que se merecen. Pedimos perpetua", sintetizó previo al inicio de la audiencia.