La Cámara en lo Criminal y Correccional de Córdoba condenó al ex intendente de la localidad de Dean Funes, Germán Facchín, a cuatro años de prisión efectiva por maltrato animal. Los magistrados hablaron de “seres sintientes” y recordaron que la legislación protege “el Derecho del propio animal a la conservación de su integridad física y psíquica".

La condena fue dictada el pasado 27 de octubre por la Cámara en lo Criminal y Correccional de Octava Nominación de Córdoba, y firmada por los jueces Eugenio Pérez Moreno, Juan Ugarte y Marcelo Jaime.

“Del relato de los testigos, surge evidente que esta matanza de abril del 2013 no fue la primera ni la última, pero si la más grave, no solo por la cantidad de animales muertos, sino por quienes cometieron los hechos, pertenecientes al gobierno municipal”, dice la sentencia.

Y agrega que “por la forma cruenta en que mataron a los animales con el peligro latente al resto de la población al utilizar una sustancia sumamente tóxica”. Según se dilucidó en el expediente la matanza se dio a partir de la colocación de cebos envenenados con metomil en forma de albóndigas en la vía pública.

Es que la víctima tiene capacidad de sentir, de sufrir por dolor y disfrutar por placer, independientemente que tengan o no la capacidad de razonar como seres humanos. En definitiva, los considera como “seres sintientes”.

Hay que recordar que este accionar causó la muerte de 211 animales entre perros, gatos, pájaros y gallinas. Se puso en evidencia que este no fue un hecho aislado y que ya los vecinos comentaban sobre los maltratos que sufrían los animales en la perrera municipal.

El delito por el que fue condenado el funcionario fue por daño calificado –Reiterado- e infracción a la ley 14346 art. 3 inc. 7o Malos Tratos y Actos de Crueldad a los Animales (Ley Sarmiento) -Reiterado-, ambos en concurso Ideal (arts. 45, 54, 55, 184 inc. 3o, del C. Penal y ley 14346 art. 3o inc. 7o, y 55 del C.P), en virtud de casos de violencia animal.

"El Bien Jurídico protegido por la ley 14.346 es el Derecho del propio animal a la conservación de su integridad física y psíquica", explicaron los jueces en una sentencia de más de doscientas páginas. “Se protege la sensibilidad e integridad del animal no humano”, detallaron.