La decisión podría sentar un precedente. El Tribunal Penal de la Ciudad de La Plata incluyó en la condena a un hombre que en 2017 intentó matar a la militante travesti y presidenta de la organización Otrans Argentina, Claudia Vásquez Haro, en la ciudad de La Plata, el agravante de odio a la identidad de género.
El hombre, llamado Leonardo Danilo Ariza Mendoza, fue condenado a diez años de prisión por el Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 de La Plata por atacar y querer matar a Vasquez Haro en su casa, ubicada en la misma ciudad, el 13 de mayo de 2017.
Según la investigación, Ariza Mendoza. además. le pegó piñas y con una botella intentó herirla, pero tras el ataque Vásquez Haro logró escapar y pedir ayuda. El atacante pudo irse de la escena y se llevó el arma, pero al otro día fue encontrado por la policía.
La condena
Los jueces consideraron que Ariza Mendoza es culpable del intento de homicidio en grado de tentativa calificado por odio y por género. Según el abogado representante de la mujer, Sebastian Bouvet, no se conocen precedentes que hablen del odio a la identidad de género. En diálogo con los medios señaló que “es un fallo muy acertado y de suma relevancia porque se ajusta completamente al caso, ya que hubo y existió odio a la identidad de género”.
En esa línea, agregó que es “de suma importancia porque sienta un precedente para todas las personas que sufren hechos de este tipo y el móvil sea el odio a la de identidad de género”, y remarcó que “puede servir para orientar otras investigaciones donde el hecho se produce justamente donde hay un móvil de odio a la identidad de género”.
“Creo que puede ser un norte para ir a muchas investigaciones y para sentar nuevos precedentes en casos similares a este", expresó Bouvet. En tanto, Vasquez Haro sostuvo: “Este fallo es un antecedente sin precedentes porque tiene en cuenta el agravante del odio a la Identidad de género en grado de tentativa de un travesticidio".
Asimismo, la mujer indicó que “es una herramienta que sienta jurisprudencia para futuros casos, donde históricamente el acceso a la justicia ha sido nula”, y remarcó que existe un aprendizaje: "No bajar nunca los brazos". "Por primera vez somos interpretadas en nuestros propios términos en un fallo judicial", concluyó.
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