El 16 de marzo comenzó el juico por el asesinato de Lucas González, el adolescente de 17 años que fue baleado por la policía de la Ciudad de Buenos Aires en el barrio de Barracas, en noviembre de 2021, cuando tres agentes persiguieron el automóvil en el que viajaba en el joven, junto a tres amigos, tras salir de un entrenamiento de futbol. En total hay 14 acusados de la fuerza, de los cuales 11 están en calidad de cómplices por intentar hacer pasar el caso como un enfrentamiento.
El proceso oral se realiza en los Tribunales de Comodoro Py, y tiene como acusados a Gabriel Isassi, Fabián López y Juan José Nieva, que formaban parte de la brigada y están en calidad de imputados por el homicidio de González. El tribunal Tribunal Oral Criminal N°25, está integrado por Hugo Navarro, Ana Dieta de Herrero y Marcelo Bartumeu Romero.
Cabe detallar, que los oficiales Isassi, López y Nieva enfrentan cargos por homicidio agravado por premeditación, alevosía, por placer y odio racial, y por haber sido cometido por integrantes de las fuerzas de seguridad, y se les suman los cargos de tentativa de homicidio de Julián, Joaquín y Niven, amigos de lucas que iban en el auto, además de falsedad ideológica tras intentar pasar todo por un enfrentamiento.
De acuerdo con la acusación, el oficial Juan José Nieva, el oficial mayor Fabián Andrés López y el inspector Gabriel Alejandro Issasi, en su calidad de integrantes de la Brigada 6 de la División Brigadas y Sumarios de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad, iniciaron una persecución a bordo de un auto no identificable sobre la avenida Iriarte y Vélez Sarsfield contra el auto donde estaban Lucas, Julián Alejandro Salas, Niven Huanca Garnica y Joaquín Zúñiga Gómez.
En la primera jornada, los tres oficiales repitieron: “Actué en cumplimiento del deber, ejercí mi legítima defensa y no cometí ningún delito”. Esto hace intuir que la línea de defensa será la misma que en el caso del oficial Luis Chocobar, ya que el abogado, Fernando Soto, es el mismo.
Isassi afirmó que iba a declarar, pero no recibir preguntas de ninguna de las partes. El inspector de 41 años y responsable de la brigada 6 enseguida remarcó sólo tenía que decir que tiene “veinte años de servicio en la Policía, dentro de tres fuerzas: la Policía Bonaerense, la Metropolitana y la de la Ciudad”, y agregó que en las mismas fue “condecorado” sin sanciones.
Por su parte, Juan José Nieva, que manejaba el Nissan Tiida en el momento de la persecución, dijo que ejerció su “legítima defensa”, y aseguro que no cometió “ningún delito”. Por último, el oficial mayor Fabián López reafirmó que cumplió con su “deber” y, en línea con el otro oficial, indicó que ejerció su “legítima defensa”.
El descargo del padre
"Mi hijo era un jugador de fútbol. Pero lo torturaron, lo cazaron, lo acribillaron. Por racismo. Por el color de piel, por la vestimenta, por usar la visera. No se tiene que tildar a nadie como ladrón o delincuente. Mi hijo era un jugador de fútbol, creció jugando, nació y creció jugando. Nunca tuvimos un problema con la Justicia", señaló el padre del joven en una entrevista.
Respecto al intento de suicidio de su mujer, Oscar González reveló lo que viene afrontando su familia: "Seguimos en la lucha con Cintia. Esperando que ella se recupere. Han sido días cansadores y latentes para la familia. Jamás en la vida pensamos tener esta situación. Es muy duro. Estoy de pie para tratar de recuperar a mi mujer, que vuelva a estar con nosotros y nuestros hijos".
Cabe recordar que en el juicio también se juzga la complicidad de otros miembros de la fuerza. En ese sentido, se escucho la conversación que tuvieron con Rodolfo Ozán, comisario de la Vecinal 4A, y Fabián Du Santos, comisario de la 4D, luego del asesinato. “¿Qué pasa Rodo, se mandaron un moco?”, es el comprometedor audio que se escuchó.
Ante la pregunta del comisario, le responde Ozán “Un mocazo”. Luego, le comenta que ya mandó a buscar "lo que sea" que justifique el episodio y solicitó a Du Santos que llame al "Perro" Romero, comisario de Brigadas, y que ayude a limpiar el asunto. De esta forma, quedó debelada la intención de ensuciar la escena y culpar a los jóvenes.
El juicio continuará la próxima semana, todavía falta escuchar a muchos testigos y ver que estrategia despliega al defensa y la querella. El debate continuará el próximo 28 de marzo.
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