En el año 2021 Gabriel Alejandro Núñez (47) intentó matar su entonces pareja, María Isabel Speratti (40), en su propia casa. En ese año, ya estaba vigente la Ley Micaela, que impone capacitación en materia de violencia de género a todos los trabajadores y trabajadoras del Poder Judicial, Ejecutivo y Legislativo. Y aún así, a pesar de que la Policía Bonaerense detuvo a Núñez por intento de femicidio, lo soltaron a las pocas horas.
María lo denunció reiteradamente en la Justicia, denunció que su vida corría peligro, y nadie la escuchó. A un mes de su asesinato, organizaciones sociales y feministas se congregaron frente a Tribunales, el pasado jueves no sólo para pedir justicia por María, sino para reclamar que la Justicia deje de subestimar la palabra de las mujeres y disidencias.
Convocaron a la marcha Shalom Bait, la organización en la que ella participaba en un grupo de mujeres para ayudarse a salir de la violencia machista, Amnistía Internacional, Ni Una Menos, ABOFEM, Colectivo Yo Sí Te Creo, LATFEM y Thelma Fardín.
María participaba de una red de contención y asistencia a mujeres víctimas de violencia patriarcal, marchó el pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer en reclamo por los derechos de las mujeres. Y por eso hoy se marcha por ella.
La historia de María
María Isabel Speratti sobrevivió a la tentativa de femicidio el 16 de julio del 2021 gracias a sus hijos que, al ver cómo su padre ahorcaba a su mamá llamaron a la policía. Un efectivo de la Policía Bonaerense llegó rápidamente a la casa donde vivían ubicada en el barrio Las Rosas de Cañuelas, y fue así como le salvaron la vida.
Sin embargo, mientras la policía se llevaba al hombre, éste le dijo a María: “Que te quede bien claro, yo a vos te mato cuando quiero”.
El femicida tenía razón. Era consciente de sus privilegios ante el sistema judicial; era consciente de que nadie protegería a María. Él la mató y el Estado dejó que la maten.
El 16 de marzo de este año, Núñez concretó su advertencia. Cuando la mujer salía de su casa junto a sus hijos para llevarlos al colegio, él apareció por sorpresa con un arma 9 mm en la mano y acribilló a María Isabel de 4 balazos frente a sus hijos, que huyeron como pudieron. Núñez fue detenido algunas horas después. Él todavía llevaba el arma homicida, en señal despreocupada, nuevamente, por el accionar de la Justicia.
Justicia cómplice
Desde el intento de femicidio en el 2021, la mujer comenzó a pedir ayuda de todas las maneras posibles y avisó que estaba en peligro. Luego de haber ahorcado a su esposa y de haberla amenazado de muerte delante de varios testigos en aquel episodio, la UFI N°1 de Cañuelas y el juez Martín Rizzo caratuló este caso como “lesiones leves” y no como “un intento de femicidio” seguido de amenaza.
No fue suficiente el parte médico que señalaba que María tenía la cara hinchada porque se le habían reventado varias venas de la cara producto del ahorcamiento, tampoco el testimonio de los hijos que presenciaron el hecho, ni de los vecinos que escucharon la amenaza de muerte.
La Justicia le asignó una restricción perimetral y un botón antipánico a la víctima que, como en tantos otros casos, no garantizan la vida de la víctima. Por esto, María Isabel envió un mensaje en el grupo de WhatsApp vecinal: “Les quería informar que el día viernes a la noche el que era mi marido me agredió y casi me mata. Actualmente hay una orden de restricción por lo no debe acercarse a menos de 200 metros.
"Les pido por favor que si lo ven rondando por el barrio llamen al 911. Les paso una foto de él y de su auto”.
Ella también acudió en reiteradas oportunidades a la Justicia para solicitar que se cambie la calificación de la causa a “intento de femicidio”, pero la Justicia le respondió que ella tenía lesiones que se curaban en menos de 30 días.
María intentó acceder a abogados para que la ayudaran en su pedido pero no pudo por los altos honorarios que le solicitaban. Cabe destacar que como el hombre no cumplía con la cuota alimentaria de sus hijos, fue María quien los mantenía solitariamente.
En varias oportunidades en 2021 y 2022 se acercó a personal de la Secretaría de la Mujer del municipio de Cañuelas para solicitar una tobillera dual. Es decir, que el agresor tuviera un dispositivo en su tobillo y la víctima otro que le diera una alarma si existía algún acercamiento. Le dijeron que no.
Mientras tanto, María todavía recibía amenazas por parte de Núñez y la familia de éste, que también se encargó de amenazarla y de echarle la culpa porque “había separado” al padre de los hijos.
Finalmente, el 16 de marzo de este año, mientras Núñez acribillaba a su exesposa en la puerta de su casa, sus dos hijos adolescentes saltaban la medianera del fondo de la vivienda para solicitar ayuda. Cuando la ambulancia llegó la mujer todavía estaba con vida y fue trasladada a un hospital cercano.
María Isabel Speratti murió dos horas después.
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