Un preso intentó asesinar durante un juicio oral a la fiscal Claudia Ríos, de la Unidad Fiscal de Homicidios de Mendoza, lo que puso en alerta a todo el sistema Penal de esta provincia. En pleno cuarto intermedio, Arredondo simuló sacarse la campera y agarró un arma blanca tipo chuza. En ese momento, se abalanzó sobre la fiscal e intentó herirla a la altura del cuello. La funcionaria tuvo un rápido movimiento hacia atrás y evitó la puntada.
Ríos, de 56 años y 33 años de carrera en el Poder Judicial, reaccionó justo a tiempo y disparó gas pimienta sobre el rostro de su atacante, Hugo Arredondo, de 37 años, quien empuñó una chuza mientras estaba siendo juzgado por un crimen atroz ocurrido en el penal de máxima seguridad Almafuerte II, a casi 50 kilómetros de esta ciudad capital.
El imputado, que en su prontuario registra una condena por asesinato, ya fue acusado por los delitos de homicidio en grado de tentativa en perjuicio de la magistrada, lesiones en perjuicio de un funcionario judicial y privación ilegítima en grado de tentativa porque intentó secuestrar a una pasante del Poder Judicial. El grave episodio ocurrió la semana pasada en la sala de audiencias 15 del Polo Judicial Penal de Mendoza y no para de generar repercusiones.
- Ocho agentes del Servicio Penitenciario fueron puestos a disponibilidad y sujetos a sumario administrativo porque estaban a cargo de la cadena de custodia de Arredondo desde que fue trasladado desde Almafuerte II hasta el Polo Judicial, incluido el centro de detención transitorio.
Por estas horas, las autoridades evalúan responsabilidades para determinar cómo fue que Arredondo llegó a tener en su poder la chuza de 15 centímetros de largo y 8 de hoja de acero que pudo haber utilizado para degollar a la fiscal Ríos.
- La fiscal de Homicidios Andrea Lazo ya imputó a Arredondo y tiene en la mira a los penitenciarios para saber si fue por neligencia o dolo que el imputado tuvo en su poder y manipuló ese arma tan casera como letal. La principal prueba de cargo es la chuza pero también tiene en cuenta las videofilmaciones de las requisas penitenciarias a lo largo de tres escalas y de todas las incidencias ocurridas en el Polo Judicial.
- Este lunes, abogados penalistas enrolados en el Colegio de Abogados y Procuradores de Mendoza denunciaron públicamente el preocupante endurecimiento de las requisas a los letrados que pretenden ingresar a las salas de audiencias del Polo Judicial.
- Ministros de la Suprema Corte de Justicia y el Procurador jefe de los fiscales mendocinos coincidieron en que los debates y audiencias con presos peligrosos deberían hacerse de modo virtual para achicar al máximo las posibilidades de que los imputados de este perfil cometan hechos que puedan terminar en tragedia.
- Empleados, funcionarios y magistrados mendocinos reclamaron a la cúpula del Poder Judicial local que se dispongan todos los métodos de seguridad posibles dentro del Polo Judicial y del resto de los edificios de la Justicia, así como también en las inmediaciones, ya que internos y/o familiares ponen en jaque la seguridad personal de los encargados de llevar adelante los procesos judiciales.
- La Asociación de Magistrados de Mendoza y la Federación Argentina de la Magistratura exigieron a la Justicia que Mendoza que determine responsabilidades penales y administrativas y que garantice la integridad de los magistrados locales.
Quién es la Fiscal de Homicidios Claudia Ríos
La figura de Claudia Ríos se volvió noticia nacional tras ser víctima de un intento de asesinato en el Polo Judicial de Mendoza. Antes, también a nivel país, se hizo conocida por haber investigado el doble crimen que terminó con la condena a prisión perpetua tras un juicio por jurado popular al israelí Nicolás Gil Pereg; caso ocurrido en el Gran Mendoza en 2019 que sacudió a la opinión pública por haber sido las víctimas madre y hermana del condenado.
Ríos ingresó al Poder Judicial de Mendoza en 1990, fue secretaria de un juzgado de instrucción, luego de una cámara del Crimen y desde 2005 es fiscal, luego de que Mendoza modificara su ley de procedimientos y pusiera en manos de los fiscales la investigación de todo tipo de delitos.
En diálogo con Diario UNO confió que nunca antes había asistido a una sala de audiencias portando un dispositivo de gas pimienta para defensa personal, como sí lo lleva encima cada vez que se pone al frente de allanamientos o actuaciones oficiales fuera de las dependencias de la Justicia. “Ese día tuve un mal presentimiento; por eso me volví al despacho y puse el gas pimienta en la cartera”.
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