Esta semana se pudo escuchar la palabra de los integrantes de la comunidad Lof Lafken Winkul Mapu (Villa Mascardí) que aquella tarde del 25 de noviembre de 2017 fueron prácticamente “cazados” por los prefectos que dispararon unos 150 tiros con armas letales.

“Estábamos bajando (por la montaña) y escuchamos ‘alto Prefectura’”, dijo en la audiencia Fausto Jones Huala, uno de los últimos en ver a “Rafita”. Y continuó: “en el mismo instante empezaron a escucharse disparos. Uno atrás de otro. Mi primera reacción fue darme vuelta y empezar a correr, llegamos a la planicie donde habíamos hecho noche. Con el peñi (hermano) Lautaro fuimos los primeros que llegamos a la planicie y al ver que los demás no podían llegar y los disparos eran todo el tiempo, decidimos agarrar piedras y empezar a tirar a las personas que venían disparando. No sé cuánto habrá durado, se sintió eterno”, contó a los jueces del Tribunal Oral Federal (TOF) de General Roca que lleva adelante el juicio.

No sólo Jones Huala declaró en la semana, también lo hicieron Johana Colhuan, prima de la víctima, y Lautaro González Curruhuinca.

Este último, junto con Huala, fueron quienes bajaron en una camilla improvisada el cuerpo de Rafael desde la montaña. La declaración de Lautaro se centró en "hacer saber lo que pasó con Nahuel" y agregó: "para que los padres puedan saber cómo murió su hijo, porque debe ser feo perder un hijo y no saber la forma en que murió".

Por su parte, Colhuan relató que "estaban disparando, uno atrás de otro, no sé de cuántas armas pero escuchaba muchos disparos. Yo quedé atrás de la fila, corriendo última, un 'lagmien' me quiere ayudar, le digo que se vaya, prefería que me agarren a mí. 'Rafa' (por Nahuel) en un momento iba al lado mío, me empezó a decir que corra, yo le dije que vaya, que se salve. Él me empezó a empujar para que pueda seguir corriendo, no me quiso dejar sola".

 

 

"Le disparan a mi primo -continuó- y de inmediato él se cae. Yo lo miro, no sabíamos por dónde lo habían herido, empezamos a buscar y la bala le había entrado por atrás. Empezamos a buscar si había salido y levantamos la remera y tenía hinchado a la altura de la costilla. Decía que no podía ver, le costaba respirar, que tenía sed", reconstruyó la prima de Nahuel, ya visiblemente afectada.

Maria Nahuel, tía de Rafael, también declaró ante los jueces y recalcó que el pueblo mapuche "es preexistente al Estado" al tiempo que volvió a aclarar que no sos "terroristas". "Los muertos siempre los ponen los mapuches”, sentenció.

Durante la semana también declararon el chofer de la primera ambulancia que llegó al lugar, Adrián Barrilín; y dos integrantes del gabinete de Criminalística de la Policía de Río Negro en Bariloche, María Natalia Jalil y Cristian Castillo, quienes detallaron cómo se realizaron los procedimientos de toma de muestras de las manos de los jóvenes que bajaron el cuerpo y de los Albatros presentes en el lugar de los hechos.

El próximo 25 de noviembre se cumplen seis años del asesinato de Rafael Nahuel. En este juicio se encuentran imputados por el asesinato los integrantes del grupo Albatros de Prefectura Sergio Guillermo Cavia, Juan Obregón, Sergio García, Carlos Sosa y Francisco Javier Pintos.

También hubo una ampliación de indagatoria de dos de los prefectos, Obregón y García, considerados partícipes necesarios del homicidio y sostuvieron que habían sido atacados por "lanzas, piedras y disparos de armas de fuego".

Obregón y García admitieron haber disparado con munición 9 milímetros, aunque aseguraron haberlo hecho "a un árbol", según dijo Obregón, y "en 45 grados", es decir hacia el piso en el caso de García.