Una niña oriunda de Bariloche quedó huérfana tras el femicidio de su madre perpetrado por su padre, quien luego del hecho se suicidó. Sin embargo, un fallo de familia habilitó su adopción plena por parte de su tío materno y su esposa, quienes requirieron que la menor conservara su filiación con su madre biológica, "en respeto de su memoria y el rol materno que ejerció". De esta manera, ahora tendrá una triple filiación.

La jueza dio lugar a estos requerimientos y comprendió que el vínculo entre los adultos adoptantes y la niña ya estaba construido, dado a que se les había otorgado con anterioridad la guarda temporal de la menor cuando se produjo una severa situación de violencia intrafamiliar. En la práctica se ocupaban ya de todas sus necesidades materiales, de recreación y escolaridad. 

Esto pudo comprobarse en la investigación del trámite, ya que la jueza entrevistó a los tíos y a la niña junto a un equipo interdisciplinario. En consecuencia, en el fallo se mencionó que "se pudo observar el contacto cercano y afectuoso del grupo familiar".

Finalmente, los tíos solicitaron también que se termine todo vínculo jurídico con la familia paterna biológica. Petición a la que la justicia también habilitó.

En los fundamentos de la sentencia, se consideró necesario "reconocer que la realidad social desafía constantemente las soluciones brindadas por el derecho y que todos los cambios receptados legislativamente ponen en evidencia que tanto el concepto de familia como el de adopción son institutos que se encuentran atravesados por la cultura de una sociedad que se encuentra en permanente cambio, modificación y avance, influenciados por circunstancias de modo, tiempo y lugar. Esto es lo que las hace cambiantes y es el derecho quien tiene que saber dar respuestas a estos cambios”.