En un reciente fallo de la Sala I de la Cámara Civil y Comercial de Gualeguaychú, se confirmó, por mayoría, la determinación de una cuota alimentaria con la particularidad de que se estableció un mecanismo de actualización semestral basado en el Índice de Precios al Consumidor (IPC). El caso involucra a un progenitor y sus hijos menores, donde la progenitora en representación de los niños había solicitado el aumento de la cuota alimentaria.

La sentencia de primera instancia admitió la demanda incidental y dispuso el aumento de la cuota alimentaria en la suma de $100,000, considerando el umbral de pobreza según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) para dos jóvenes de 16 años, que era de $135,573 según el documento "Valorización mensual de la canasta básica alimentaria y de la canasta básica total. Gran Buenos Aires - Cifras estimadas a abril de 2023".

El juez fundamentó su decisión en la canasta básica alimentaria, que se determina al tener en cuenta los requerimientos kilocalóricos y proteicos necesarios para un adulto, ajustando luego según la edad, sexo y actividad de las personas en el hogar. Esta medida tenía como objetivo garantizar que los hijos tuvieran acceso a una alimentación adecuada.

Por su parte, el progenitor argumentó que no podía asumir el nuevo monto propuesto debido a sus propias responsabilidades económicas, incluyendo otro hijo que también debía asistir. Sostenía que ya estaba aportando un esfuerzo significativo y que no tenía tiempo ni recursos para asumir una cuota mayor.

Al llegar a la Cámara de Apelaciones, los jueces consideraron el índice de la canasta de alimentos proporcionado por el INDEC, que arrojó que la "Valorización mensual de la canasta de crianza de la primera infancia, la niñez y la adolescencia. Julio de 2023" para el grupo de edad de 6 a 12 años era de $142,033. Esta estimación se basa en necesidades nutricionales y cuidados, y aunque se enfoca en niños de hasta 12 años, el tribunal la consideró una referencia válida.

El tribunal también destacó que el componente de bienes y servicios se basa en las necesidades nutricionales del adulto equivalente, aplicando coeficientes que aumentan con la edad. Además, se tuvo en cuenta que las horas dedicadas al cuidado de los adolescentes disminuyen a partir de cierta edad.

Este fallo sienta el precedente para la utilización de indicadores objetivos y actuales, como el IPC y la canasta de alimentos, para determinar cuotas alimentarias justas y proporcionales a las necesidades de los hijos. La actualización semestral basada en el IPC refleja la necesidad de garantizar que los hijos reciban el apoyo necesario para su bienestar y tener en cuenta las condiciones económicas cambiantes.