La Justicia Federal identificó que los restos hallados en el cementerio La Piedad de la ciudad de Rosario corresponden a Santiago Werle, quien estaba desaparecido desde 1976. El trabajo de investigación fue realizado por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) bajo la dirección de la Unidad Fiscal de Asistencia para causas de violaciones a los Derechos Humanos cometidos durante el terrorismo de Estado.

La declaración la realizó el Juzgado Federal N° 4 de Rosario, quien se basó para su declaración, en la investigación realizada por la fiscalía especializada a cargo del fiscal general Adolfo Villatte. La identificación de Werle se enmarca dentro de las investigaciones que tienen por objetivo encontrar los restos de las víctimas del terrorismo de Estado que fueron inhumados sin identificación en el Cementerio de La Piedad y en virtud de la cual se han explorado más de 120 sepulturas.

En noviembre de 2011 el equipo de antropólogos exhumó de la sepultura n° 174 del solar 75 un conjunto óseo con signos de interés pericial al que se le realizó un análisis bioantropológico que concluyó su correspondencia con un adulto de entre 20 y 28 años, de sexo masculino, con lesiones postmortem compatibles con alteración térmica y/o exposición al fuego.

La investigación llevó a realizar la comparación genética del individuo exhumado con muestras de Luisa Alba Werle y de Walter Adrián Werle, hermanos de Santiago, que arrojó resultado positivo. Los resultados del estudio fueron comunicados el 15 de septiembre pasado por el fiscal Villatte a los familiares, quienes, luego de que se finalicen todas las medidas restantes, recibirán los restos.

Santiago Luis Werle nació en la ciudad de Santa Fe el 8 de agosto de 1955 y era estudiante de medicina y militante de Montoneros al momento de su desaparición. Los hechos que lo tuvieron como víctima fueron acreditados en la causa “Feced III” por el Tribunal Oral Federal N°2 de Rosario.

Allí se demostró que el joven fue privado ilegítimamente de su libertad la tarde del 22 de octubre de 1976 y posteriormente conducido al Servicio de Informaciones de la Jefatura de Policía de Rosario, donde sufrió brutales tormentos que le provocaron la muerte. El joven, de por entonces 22 años, estaba casado con Graciela Porta, quien al momento de los hechos cursaba un embarazo de cinco meses y también fue posteriormente privada de su libertad.

Luego del secuestro de Werle, su familia sufrió allanamientos en su domicilio y amenazas telefónicas para que abandonaran su búsqueda, e incluso su hermana fue varias veces interceptada con el objeto de amedrentarla. Con el paso del tiempo, convencidos de que ya no iban a poder encontrarlo, la angustia de sus seres queridos se profundizó ante la imposibilidad de elaborar un duelo por su pérdida, señaló la fiscalía en la información brindada.