La integración de la inteligencia artificial en el ámbito legal es un tema que avanza y suscita tanto interés como preocupación. En Inglaterra y Gales, los jueces recibieron una guía para dictar fallos o resoluciones con la asistencia de la inteligencia artificial, marcando un hito en el sistema legal británico, uno de los más antiguos del mundo y que dio un paso adelante en la implementación de la tan famosa y utilizada IA.
La guía, publicada el pasado 12 de diciembre, establece restricciones importantes en el uso de la tecnología. Se advierte a los profesionales legales que la inteligencia artificial aún no es capaz de generar dictámenes confiables, ya que puede fabricar información y proporcionar datos engañosos, inexactos y sesgados. Además, se les prohíbe insertar información confidencial que no sea de dominio público, ya que los algoritmos podrían retener esos datos y utilizarlos para generar respuestas a otras personas.
Geoffrey Vos, director de Justicia Civil en Inglaterra y Gales, considera que esta guía representa una gran oportunidad para el sistema judicial, pero también un desafío en términos de capacitación para los jueces, quienes deben comprender el funcionamiento de la inteligencia artificial.
Las dudas
Sin embargo, surgen dudas sobre la implementación práctica de estas directrices. Giulia Gentile, profesora de Derecho en la Universidad de Essex, cuestiona la supervisión y las posibles sanciones en caso de incumplimiento. Aunque se reconoce el potencial de la inteligencia artificial en diversas áreas de la vida cotidiana, persiste la resistencia cuando se trata de decisiones judiciales, dadas las implicaciones significativas que pueden tener en la vida de las personas.
Carla Garuti, abogada en el Poder Judicial argentino, señala que si bien la inteligencia artificial puede proporcionar un dictamen judicial, presenta limitaciones debido a la falta de actualización de legislación y conocimientos técnicos. Por lo tanto, sugiere utilizarla como una herramienta complementaria, pero siempre bajo supervisión y sin confiar ciegamente en sus resultados.
John Villasensor, profesor de Derecho en la UCLA, advierte que sería un error minimizar la importancia del elemento humano en el ejercicio del derecho. Aunque la inteligencia artificial puede respaldar decisiones judiciales, es fundamental que sea una persona quien tome la decisión final.
Este no es el primer caso en el que la inteligencia artificial incursiona en el ámbito legal. En noviembre de 2023, el Ayuntamiento de Porto Alegre aprobó por unanimidad un agregado de ley redactado con la ayuda de Chat GPT, un bot conversacional desarrollado por OpenAI. Martín de León, abogado especialista en políticas públicas, destaca la necesidad de equilibrar el uso de la inteligencia artificial con el sentido común y la prudencia, para evitar posibles injusticias y asegurar la integridad del sistema legal.
Sin dudas, estas no serán las últimas noticias que se tengan de la incursión de la IA en la justicia. En Argentina, la mecanización de los trámites burocráticos más comunes y rutinarios comenzaron a ser abarcados por distintos tipos de IA que agilizaron la realización de los mismos. Se espera que sean para una mejora significativa, y que beneficie a quienes dependen de los tiempos de la justicia.
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